Al igual que ocurre con los mocos, todos estamos obsesionados con eliminar el cerumen. Cada semana o par de semanas, tomamos un hisopo y, con mucho cuidado, raspamos ese líquido pegajoso. Algunos lo hacen por costumbre, otros porque esperan escuchar mejor después de la limpieza, pero existen buenas razones para dejar esa cera en nuestros […]