Los avances en la inteligencia artificial generativa (IA) han abierto un mundo de posibilidades, pero también han planteado una serie de desafíos en términos de ética, seguridad y confianza.

Los deepfakes, vídeos e imágenes falsos generados por IA, representan una amenaza potencial para la sociedad y la ciencia.

En este artículo, veremos cómo estas tecnologías pueden afectar a nuestra vida cotidiana y a la integridad de la investigación científica, así como las estrategias para mitigar estos riesgos.

Tecnología biométrica digital Face Scanning forma líneas, triángulos y diseño de estilo de partícula. Vía iStock.

El auge de los deepfakes de IA

Los deepfakes son el resultado del rápido desarrollo de generadores de texto a imagen impulsados por IA de aprendizaje profundo. Estos vídeos e imágenes falsas pueden ser extremadamente convincentes, lo que los hace peligrosos.

Ya hemos presenciado casos en los que los deepfakes han sido utilizados para difamar a personajes públicos, influir en elecciones y engañar a las personas.

La facilidad con la que se pueden crear y difundir estos contenidos, junto con la falta de conciencia pública, ha aumentado la preocupación.

El impacto en la sociedad

La proliferación de deepfakes plantea serios desafíos para la sociedad. Con la creciente disponibilidad de herramientas que permiten a usuarios no sofisticados generar contenido sintético, nos enfrentamos a un mundo donde gran parte de lo que vemos en línea podría ser falso.

Esto dificulta la capacidad de las personas para discernir la verdad de la mentira y socava la confianza en la información. Además, los motores de búsqueda y las redes sociales pueden amplificar información errónea, lo que empeora el problema.

Aunque muchos deepfakes se crean con fines de entretenimiento, también se utilizan para promover agendas maliciosas, como la difusión de pornografía no consensuada o la desinformación.

Incluso un solo archivo sintético puede tener un impacto significativo, como la imagen generada por IA de una explosión en el Pentágono que afectó brevemente al mercado de valores. La existencia de contenido sintético permite a los malos actores negar la evidencia de mala conducta simplemente alegando que es falso.

Un deepfake es un tipo de medio sintético que implica el uso de inteligencia artificial. Vía iStock.

El impacto en la ciencia

Los deepfakes también representan una amenaza para la integridad de la investigación científica. La capacidad en constante evolución de los sistemas de IA generativa puede facilitar la creación de datos e imágenes fraudulentas.

A medida que la tecnología mejora, resulta cada vez más difícil distinguir entre contenido real y sintético. Esto plantea preocupaciones sobre la autenticidad de los resultados de investigación y la posibilidad de que los científicos sin escrúpulos utilicen deepfakes para respaldar sus hallazgos.

Estrategias para combatir los deepfakes

Para hacer frente a esta creciente amenaza, los investigadores están trabajando en dos frentes de defensa tecnológica.

En primer lugar, buscan etiquetar proactivamente el contenido como real o falso cuando se genera. Esto podría implicar el uso de marcas de agua en las imágenes, alterando píxeles de manera distintiva, o etiquetando metadatos con información de procedencia segura. Si bien estas medidas pueden dificultar la falsificación, no son soluciones perfectas.

En segundo lugar, se están desarrollando detectores de deepfakes para identificar contenido falso después de su publicación. Estos detectores utilizan algoritmos de IA para analizar patrones y pistas que puedan revelar la falsedad de un archivo.

Aunque estos sistemas no son infalibles, pueden proporcionar una capa adicional de seguridad.

Tecnología Deep Fake. Vía iStock.

La importancia de la alfabetización tecnológica

Además de las herramientas tecnológicas, la alfabetización tecnológica es muy importante en la lucha contra los deepfakes. La concienciación pública sobre la existencia de esta tecnología y su capacidad para generar contenido falso es esencial.

La educación en las escuelas y la promoción de la alfabetización digital pueden ayudar a las personas a tomar decisiones informadas y a discernir entre la verdad y la falsedad en línea.

Conclusiones

Los deepfakes de IA plantean desafíos significativos para la sociedad y la ciencia. Si bien es imposible eliminar completamente esta amenaza, podemos tomar medidas para mitigar sus efectos.

A través de herramientas tecnológicas, regulaciones adecuadas y la promoción de la alfabetización tecnológica, podemos trabajar juntos para proteger la integridad de nuestra sociedad y la investigación científica en un mundo cada vez más digital y automatizado.

Referencias:

How to stop AI deepfakes from sinking society — and science: https://www.nature.com/articles/d41586-023-02990-y

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