En la búsqueda constante de la felicidad y el bienestar en la vida moderna, las mujeres se enfrentan a desafíos únicos que merecen una atención especial. A pesar de tener más libertad y oportunidades laborales que nunca, muchas mujeres experimentan niveles más altos de ansiedad y problemas de salud mental, incluyendo la depresión, la ira, la soledad y los trastornos del sueño. Estos fenómenos no son aislados, sino que se observan en múltiples países y en diversas etapas de la vida de las mujeres. Continúa leyendo para conocer las razones detrás de esta paradoja y explorar las estrategias basadas en evidencia para mejorar el bienestar de las mujeres.
Insatisfacción con la sociedad
Una encuesta reciente realizada por la Asociación Estadounidense de Psicología reveló un dato sorprendente: la mayoría de las mujeres estadounidenses están descontentas con la forma en que la sociedad las trata. Este descontento puede ser atribuido, en parte, a las responsabilidades tradicionales que las mujeres aún enfrentan en la sociedad actual. Muchas mujeres continúan siendo las principales cuidadoras de niños y parientes ancianos, lo que implica una carga significativa. Además, la mayoría de ellas deben lidiar con la doble responsabilidad de gestionar el hogar y la familia, además de sus obligaciones laborales remuneradas.
Dentro del ámbito laboral, otro factor preocupante es que tres de cada cinco mujeres han experimentado acoso, acoso sexual o abuso verbal. Estas experiencias traumáticas pueden tener un impacto duradero en la salud mental de las mujeres, contribuyendo a los niveles de ansiedad y estrés.

Brecha de género en el bienestar
La pandemia de COVID-19 puso de manifiesto la brecha de género en el bienestar. Muchas mujeres asumieron una mayor carga de responsabilidades domésticas y de cuidado además de sus trabajos. Sin embargo, a pesar de sufrir un mayor impacto en su bienestar durante la pandemia, se observó que las mujeres se recuperaron más rápidamente, lo que sugiere que poseen una mayor resiliencia emocional que los hombres.
Uno de los factores que contribuyen a esta resiliencia es la conexión social. Estudios han demostrado que las mujeres obtienen puntuaciones más altas que los hombres en relaciones positivas con los demás, así como en capacidad de crecimiento personal. En esencia, las mujeres tienden a ser mejores que los hombres a la hora de buscar apoyo, lo que les permite superar la adversidad de manera más efectiva.
Además, las mujeres dan más importancia a las conexiones sociales que los hombres. Sus amistades tienden a ser más íntimas, favoreciendo las interacciones cara a cara que permiten una mayor autorrevelación y apoyo emocional. Esta diferencia en la calidad de las relaciones puede explicar en parte el efecto amortiguador sobre la salud mental de las mujeres.

Felicidad vs. propósito en la vida
Aunque las mujeres pueden no experimentar la misma felicidad momentánea que los hombres debido a los desafíos mencionados anteriormente, un estudio reciente sugiere que reportan tener un mayor sentido de propósito en la vida. Tener significado y propósito se asocia con una mejor salud y una vida más larga.
Este sentido de propósito puede estar relacionado con las normas culturales que alientan a las mujeres a anteponer las necesidades de los demás. A pesar de que poner a los demás en primer lugar no necesariamente conduce a la felicidad inmediata, tener un sentido de la vida definitivamente contribuye a la satisfacción personal.
Estrategias para el bienestar de las mujeres
Dado este contexto, es esencial que las mujeres dediquen tiempo para proteger su bienestar. A continuación, presentamos cuatro estrategias basadas en evidencia que pueden ayudar a las mujeres a mejorar su salud mental y su calidad de vida:
1. Terapia psicológica
Contar con un espacio donde puedan hablar de sus emociones y sentimientos es fundamental para el bienestar psicológico de las mujeres. Las terapias basadas en el arte y las intervenciones grupales que les permiten hablar abiertamente con otras mujeres pueden reducir los sentimientos de estigma y vergüenza. Buscar ayuda profesional es un paso importante hacia una mayor salud mental.
3. Conexión con la naturaleza
Pasamos tiempo al aire libre en entornos naturales puede resultar muy reconfortante. Estudios recientes han demostrado que las intervenciones basadas en la naturaleza son particularmente beneficiosas para las mujeres que han experimentado traumas o enfermedades. La conexión con la naturaleza está en línea con la tendencia femenina a dar vida y cuidar, y puede ofrecer una sensación de paz y restauración.

3. Actividad física regular
La actividad física regular tiene un impacto positivo en la autoaceptación y el crecimiento personal de las mujeres. Los ejercicios aeróbicos son particularmente útiles para la salud cognitiva a medida que envejecen, y el ejercicio de alto impacto con pesas mejora la salud ósea en las mujeres de mediana edad. Además, el ejercicio moderado, como caminar, ha demostrado mejorar los síntomas de la menopausia.
4. Reducción del consumo de alcohol
Las mujeres enfrentan riesgos específicos relacionados con el alcohol, incluyendo un mayor riesgo de ser víctimas de violencia y problemas de salud, como enfermedades cardíacas y cáncer de mama. Además, las mujeres se embriagan más rápido que los hombres, lo que las hace más vulnerables. Reducir o eliminar el consumo de alcohol puede tener un impacto significativo en la salud y la felicidad de las mujeres.
Referencias:
Women are less happy than men – a psychologist on why and four things you can do about it: https://theconversation.com/women-are-less-happy-than-men-a-psychologist-on-why-and-four-things-you-can-do-about-it-206151