En medio de un resfriado, la nariz congestionada y el malestar general te llevan a buscar consuelo en el sofá. Tu apetito disminuye, pero extrañamente, sientes un antojo irresistible por golosinas azucaradas y alimentos cargados de carbohidratos. ¿Por qué sucede esto? ¿Qué hay detrás de estos deseos alimentarios durante la enfermedad? Sumergámonos en la ciencia que explica este fenómeno intrigante.

Sistema inmunológico en acción: energía para la batalla

Durante una enfermedad, el sistema inmunológico se activa en una batalla interna contra invasores no deseados. Esta actividad elevada demanda un aumento en la energía para respaldar la lucha del cuerpo. Aquí es donde entran en juego las golosinas azucaradas y los carbohidratos. Estos alimentos ofrecen una fuente rápida de energía que puede satisfacer la demanda urgente del sistema inmunológico.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que, si bien estos alimentos pueden ser útiles en el corto plazo, el consumo excesivo de azúcar podría desencadenar respuestas inmunitarias e inflamatorias a largo plazo, lo que podría obstaculizar la recuperación.

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Estrés y apetito: una relación complicada

El estrés también desempeña un papel significativo en la relación entre enfermedad y antojos alimentarios. Enfrentar una enfermedad es una experiencia estresante para el cuerpo, lo que desencadena la liberación de hormonas como la adrenalina y el cortisol. Estas hormonas no solo movilizan la energía almacenada para enfrentar el estrés, sino que también pueden influir en el apetito.

El estrés prolongado puede afectar el equilibrio energético y provocar deficiencias nutricionales, lo que puede conducir a un aumento en los antojos de alimentos ricos en energía, como azúcares y carbohidratos. Además, la hormona del estrés, el cortisol, puede aumentar la preferencia por alimentos reconfortantes ricos en calorías, ya que pueden proporcionar un alivio temporal al estrés.

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Placer momentáneo del cerebro: alimentos reconfortantes y neurotransmisores

El cerebro también juega un papel crucial en la génesis de los antojos durante la enfermedad. Los alimentos reconfortantes activan el sistema de recompensa cerebral, desencadenando la liberación de neurotransmisores como la dopamina y la serotonina, que generan sensaciones de bienestar. Sin embargo, este «subidón» de azúcar es a menudo efímero y puede llevar a una disminución de la alerta y un aumento de la fatiga poco después de su consumo.

El vínculo entre los carbohidratos y la serotonina se remonta a investigaciones de 1971 que encontraron niveles elevados de triptófano, el precursor de la serotonina, en el plasma y el cerebro de ratas después de una dieta rica en carbohidratos. Estudios posteriores en humanos han demostrado conexiones entre los carbohidratos y el estado de ánimo, especialmente en relación con problemas como la obesidad, la depresión y el trastorno afectivo estacional.

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Rol de la microbiota intestinal: más allá de la serotonina

Sorprendentemente, se ha descubierto que alrededor del 90% de la producción de serotonina ocurre en el intestino. La población microbiana en el intestino influye en la inmunidad, el metabolismo y el apetito.

Estudios recientes han identificado microbios intestinales específicos que están relacionados con los antojos de azúcar, incluso después de un tratamiento con antibióticos. Esto subraya la importancia de mantener un equilibrio saludable de la microbiota intestinal para respaldar la salud general y controlar los antojos.

No todos experimentan lo mismo: otras perspectivas en los antojos alimentarios

No obstante, hay que señalar que no todas las personas experimentan antojos de azúcar y carbohidratos durante la enfermedad. Algunas personas pueden experimentar una disminución en el apetito debido a náuseas, fatiga y malestar prolongado.

Además, factores como la adaptación metabólica y las alteraciones en la percepción del gusto también pueden influir en los patrones alimentarios durante la enfermedad.

Referencias:

Why do I crave sugar and carbs when I’m sick?: https://theconversation.com/why-do-i-crave-sugar-and-carbs-when-im-sick-210565

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