El verano es una temporada que nos invita a disfrutar de actividades al aire libre, relajarnos en la playa o explorar la montaña. Sin embargo, no importa dónde te encuentres, lo ideal es que tomes precauciones para proteger la salud de tus ojos.
La radiación solar, la sequedad ocular y los riesgos submarinos pueden afectar tu visión y arruinar tus momentos especiales si no sigues algunas normas básicas.
Radiación solar: elige tus gafas de sol con sabiduría
En esta época del año, solemos prestar atención a la protección de nuestra piel con protector solar, pero a menudo descuidamos la salud de nuestros ojos. Las gafas de sol son mucho más que un accesorio de moda; son un poderoso escudo para tus ojos y la piel delicada que los rodea.
Las características que debes considerar al elegir unas gafas de sol de calidad son:
- Homologación y control de calidad: busca el marcado CE en las gafas, que asegura que cumplen con los estándares de la Unión Europea.
- Filtrado de radiación UV: asegúrate de que las gafas estén marcadas con un número como UV400, indicando que bloquean la radiación ultravioleta dañina.
- Nivel de oscuridad: las lentes numeradas del 1 al 4 indican la intensidad del filtro y su adecuación para diferentes actividades al aire libre.
Lo mejor es comprar gafas de sol en establecimientos confiables con personal especializado que pueda guiarte hacia la elección correcta según tus necesidades específicas.

Combate la sequedad ocular en climas cambiantes
En verano, las altas temperaturas nos llevan a buscar lugares frescos con aire acondicionado, pero estos sistemas pueden resecar el ambiente y, por ende, tus ojos. Para prevenir la sequedad ocular, evita las corrientes directas de aire frío en tus ojos al alejarte de las rejillas de ventilación. Si usas lentes de contacto, esta precaución es aún más relevante debido a la incomodidad que puede causar.
En el exterior, el calor también puede causar sequedad ocular, especialmente en ambientes secos. Los colirios pueden proporcionar alivio temporal al hidratar y lubricar tus ojos. Aunque no sean idénticos a las lágrimas naturales, contienen ingredientes como el ácido hialurónico que crean una capa de humedad en la superficie ocular.
Si utilizas gotas con frecuencia, opta por productos sin conservantes. Además, si usas lentes de contacto, asegúrate de que las gotas sean compatibles con el material de las lentes para evitar manchas o decoloración. Siempre es recomendable consultar con un optometrista o farmacéutico para encontrar la opción adecuada para ti.

Prevención en ambientes acuáticos
El agua del mar, ríos y piscinas puede irritar y causar infecciones oculares. Para protegerte, evita sumergir la cabeza bajo el agua y utiliza gafas de natación o buceo adecuadas y homologadas. Estas gafas no solo te protegerán del cloro y la sal, sino también de microorganismos que pueden causar infecciones.

Lentes de contacto y precauciones adicionales
En verano, las lentillas pueden aumentar el riesgo de molestias y complicaciones, especialmente en entornos acuáticos. Evita nadar con lentillas en ríos, piscinas o el mar, ya que pueden atrapar sustancias irritantes y microorganismos, aumentando el riesgo de infección. El protozoario Acanthamoeba, que se encuentra en el agua, puede ser particularmente peligroso para usuarios de lentes de contacto.
Opta por gafas graduadas adecuadas al nadar o disfrutar del agua, y lleva gafas de sol de calidad para protegerte de los rayos solares. Mantener tus ojos a salvo es una prioridad durante todo el año, pero especialmente en verano.
Referencias:
Don’t risk the health of your eyes this summer – how to correctly choose sunglasses and avoid swimming pool infections: https://theconversation.com/dont-risk-the-health-of-your-eyes-this-summer-how-to-correctly-choose-sunglasses-and-avoid-swimming-pool-infections-211158