Cleopatra VII es indiscutiblemente uno de los iconos más prominentes de la historia antigua. Como la última gobernante de la dinastía ptolemaica que lideró Egipto durante aproximadamente tres siglos, su legado y misterio continúan cautivando a la humanidad.
A pesar de su prominencia en la historia, su aspecto físico ha sido objeto de controversia, especialmente en lo que respecta al color de su piel.
Rostro inmortalizado en el arte
Cleopatra es ampliamente reconocida en la historia antigua, pero las representaciones artísticas de su rostro son limitadas y, en su mayoría, provienen de monedas y estatuas encontradas en diferentes partes del mundo.
El relieve en el templo de Dendera, que la muestra con su hijo Cesarión, es uno de los ejemplos más icónicos.
Sin embargo, los expertos advierten que estas representaciones podrían no haber sido fieles a sus atributos físicos reales y podrían haber sido más simbólicas que realistas.

Controversia sobre el color de su piel
Uno de los temas más polémicos en relación con Cleopatra es el color de su piel. Las representaciones históricas y los artefactos no brindan evidencia concluyente sobre su tono de piel.
Los expertos señalan que los términos «blanco» y «negro» no se aplicarían de la misma manera en la antigüedad como lo hacemos hoy.
Los estándares culturales y la percepción de la belleza eran diferentes en aquel entonces, y la identificación racial no se entendía de la misma manera que en la actualidad.
Pueblos antiguos e identidad racial
Los conceptos modernos de raza y color de piel no se alinean con las percepciones de los antiguos. Cleopatra gobernó en una época en la que la identidad étnica y racial se entendía de manera diferente.
Los pueblos antiguos se preocupaban más por la afiliación cultural y nacional que por la pigmentación de la piel.
Cleopatra, descendiente de la dinastía griega ptolemaica, se consideraba a sí misma más griega que egipcia, a pesar de que adoptó la identidad egipcia para fines políticos.

El debate continúa: teorías sobre el color de piel de Cleopatra
La falta de evidencia arqueológica sólida ha dado lugar a una serie de teorías contradictorias sobre el color de piel de Cleopatra.
Algunos argumentan que su ascendencia griega respalda la idea de que tenía una piel más clara. Otros sugieren que su relación con regiones del norte de África podría haber influido en su apariencia física.
Restos óseos de Arsinoe IV
En 2009, un documental titulado «Cleopatra: Retrato de un Asesino» revivió la controversia sobre el color de piel de Cleopatra al explorar los restos óseos de Arsinoe IV, una hermana de Cleopatra.
Aunque estos restos sugieren una ascendencia mixta con características craneales asociadas con poblaciones africanas, la conclusión sigue siendo incierta y no ha sido ampliamente aceptada por la comunidad académica.

El legado de Cleopatra trasciende su color de piel
La cuestión del color de piel de Cleopatra es intrigante, sin embargo hay que recordar que su impacto en la historia va más allá de su apariencia física.
Cleopatra fue una gobernante astuta, una estratega política y una líder carismática que desafió las circunstancias de su tiempo.
Su legado se encuentra en sus logros y en su habilidad para mantener el poder en un mundo dominado por hombres y fuerzas poderosas.
La historia de Cleopatra sigue siendo un misterio en muchos aspectos, y es precisamente este misterio lo que continúa capturando la imaginación de las personas en todo el mundo.
Referencias:
What did Cleopatra, Egypt’s last pharaoh, really look like?: https://www.livescience.com/archaeology/ancient-egyptians/what-did-cleopatra-egypts-last-pharaoh-really-look-like