Este año es oficialmente el más caluroso en la historia del monitoreo climático. La temperatura media global superó los 1.5 °C por arriba del margen estimado en los Acuerdos de París, y se esperan intensas olas de calor en los próximos meses. Ahora bien, ¿por qué está ocurriendo todo esto en 2023?
Monitorear nuestro clima se ha vuelto cada vez más importante para determinar con qué frecuencia y durante cuánto tiempo más tendremos que soportar temperaturas abrasadoras. Pero hay que entender que el récord de calor empeorará incluso si la humanidad reduce drásticamente sus emisiones de gases que calientan el planeta. Esto es solo el comienzo de una larga cadena de eventos.
Científicos del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) aseguran que hay tres fenómenos climáticos que están afectando el clima global en 2023, y podrían calentar aún más la Tierra en 2024.
El Niño ha regresado

El Fenómeno de «El Niño» es un evento climático que se genera cada par de años por culpa del calentamiento del océano Pacífico. Aunque la temperatura en el aire es lo que más suele preocupar a la población, porque tiene un efecto directo en la tensión cardiovascular, son los océanos los que acumulan más calor.
Durante este fenómeno, las temperaturas almacenadas en las profundidades se mueven y regresan a la atmósfera, provocando una ola de calor insoportable o un “mini calentamiento global”. Este es el motivo por el que los expertos temen la llegada de El Niño cada año.
Y para bien o para mal, se ha confirmado que este fenómeno comenzó el 4 de julio de 2023. Así que el calor se hará cada vez más intenso hasta alcanzar su punto máximo alrededor de diciembre y los dos meses siguientes de 2024.
Hay menos polvo en el Sahara

El calentamiento de los océanos también ha causado otro fenómeno climático en la Tierra: la disminución de una sustancia que normalmente refleja la luz solar. Estamos hablando del polvo que sopla del desierto del Sahara.
Los científicos del IPCC aseguran que las concentraciones de partículas en esta región han cambiado radicalmente en los últimos meses. Esto debido a que los débiles vientos alisios del Atlántico han dejado de elevar el polvo hacia capas más altas de la atmósfera. En consecuencia, ya no existe una barrera en el Sahara capaz de reflejar la radiación y provocar el enfriamiento.
Estancados en anticiclones

Y por si fuera poco, el IPCC destacó que hay sistemas anticiclónicos persistentes este 2023. El calentamiento de los océanos también afecta los patrones climáticos terrestres, provocando sequías en algunos lugares y tormentas en otros. Esto debido a que el aire se calienta, “derritiendo” las nubes durante semanas.
En Europa, por ejemplo, el aire caliente que ingresó desde África ahora se está quedando con condiciones de alta presión establecidas. Esto significa que el calor en el mar, la tierra y el aire cálido de la región continuarán acumulándose durante los próximos años.
Así que, en definitiva, las olas de calor de este 2023 no son un solo fenómeno sino varios que actúan al mismo tiempo. Eso sí, todos han sido impulsados por el cambio climático en el que nos hemos inmerso desde la década de 1950.
Los recortes profundos, rápidos y sostenidos en las emisiones de carbono pueden reducir el calentamiento global, pero la humanidad tendrá que adaptarse al calor insoportable que estamos viendo porque eso y más es lo que nos espera en el futuro.
Referencias:
What Is Making This Year So Damn Hot? https://www.sciencealert.com/what-is-making-this-year-so-damn-hot