Los delfines y las orcas son uno de los pocos mamíferos que transitaron de la vida terrestre a la acuática. Pero su evolución los ha llevado a adaptarse tanto a la vida en los océanos que ya no es posible una transición de vuelta a la vida terrestre.

Así lo indica un nuevo estudio publicado en The Royal Society, en el que se analizó el árbol genealógico de 5.600 especies que hicieron este cambio de hábitat hace millones de años. El equipo descubrió que existe un umbral entre las especies semiacuáticas y las totalmente acuáticas, y una vez que se supera ese umbral, las adaptaciones son irreversibles.

La idea de “un punto sin retorno” o una evolución irreversible fue propuesta por primera vez por el paleontólogo belga Louis Dollo en el siglo XIX. Su hipótesis establecía que una vez que un rasgo complejo se pierde en un linaje a lo largo del tiempo, es poco probable que reaparezca en las generaciones posteriores.

Es por eso que los mamíferos acuáticos, como las orcas y los delfines, no tienen posibilidades de volver a vivir en la tierra. En cambio, los leones marinos, las focas o las morsas, que desarrollan sus procesos de reproducción en tierra como animales semiacuáticos, sí podrían volver a formas completamente terrestres.

¿Mamíferos acuáticos están en punto evolutivo de no retorno?

Cambios en la masa corporal de los mamíferos, mamíferos semiacuáticos y mamíferos marinos / Créditos: Royal Society

Para probar esta idea, los investigadores dividieron miles de mamíferos en cuatro categorías: especies completamente terrestres, aquellas con algunas adaptaciones acuáticas pero que aún son móviles en tierra, especies con locomoción limitada en tierra y grupos completamente acuáticos.

Luego se examinó las relaciones evolutivas entre esas especies y su ancestro común. Fue entonces cuando se encontraron múltiples cambios relacionados con las transiciones a ambientes acuáticos, tales como:

  • Extremidades palmeadas que les permitieron adaptarse al agua.
  • Un aumento de la masa corporal para retener el calor en ambientes más fríos.
  • Y una dieta carnívora para respaldar sus metabolismos acelerados.

Dichos cambios en delfines y orcas son los que facilitan su vida en los océanos, pero pueden dificultar la competencia contra las formas de vida terrestres. Después de todo, es muy difícil caminar con aletas o cazar con un cuerpo pesado. Por lo tanto, la probabilidad de que estos mamíferos acuáticos vuelvan a vivir en la tierra es prácticamente nula.

«Si bien la ley de Dollo aparece regularmente en estudios macroevolutivos de este tipo, hemos podido desmentir el mito de que las transiciones de mar a tierra no son del todo improbables».

Virag Sharma, investigador de genómica comparativa en la Universidad de Limerick

Delfines, orcas y otros mamíferos

Orcas nadando en la superficie / Vía Pexels

La transición de mamíferos a la tierra ocurrió solo una vez hace 350 y 400 millones de años atrás, cuando los primeros peces salieron del agua. Estos torpes vertebrados tenían pequeñas extremidades que les permitían moverse, por lo que las generaciones posteriores evolucionaron para convertirse en las especies de tetrápodos que vemos hoy: anfibios, reptiles y mamíferos.

Sin embargo, la transición de regreso al agua ha ocurrido repetidamente. Los tetrápodos con cuatro extremidades han regresado al hábitat acuático desde hace unos 250 millones de años. Incluso han desarrollado adaptaciones que les permitieron aprovechar tales ecosistemas.

Esto ha lleva a los investigadores a preguntarse si los mamíferos acuáticos podrían readaptarse algún día a la vida terrestre y, de no ser así, ¿por qué? Ahora sabemos que el problema son los cambios de extremidades, masa corporal y dieta. Pero puede que haya otros animales que estén pasando por una evolución sin retorno, como por ejemplo, las ballenas que comparten rasgos similares. 

En cualquier caso, una cosa es segura: los delfines y las orcas ya no pueden vivir en la tierra como el resto de mamíferos.

Referencias:

Dollo meets Bergmann: morphological evolution in secondary aquatic mammals https://doi.org/10.1098/rspb.2023.1099

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