Un avance científico sin precedentes ha llevado a los investigadores a descubrir una conexión vital entre el embarazo y las náuseas y vómitos que lo acompañan. Durante años, la hiperémesis gravídica (HG), una forma grave de estas molestias, ha sido un enigma médico. Sin embargo, un equipo de científicos liderado por la destacada investigadora de obstetricia Marlena Fejzo ha identificado un factor clave en este complejo rompecabezas: la hormona conocida como factor de diferenciación de crecimiento-15 (GDF15).
El descubrimiento comenzó cuando se detectaron niveles elevados de GDF15 en el suero sanguíneo de mujeres embarazadas. Investigaciones posteriores revelaron un componente genético en la HG que involucra dos genes, incluido aquel que codifica GDF15. Los estudios de gemelos y de secuenciación genómica confirmaron aún más esta asociación. Sin embargo, la interacción exacta entre las variantes genéticas y la hormona GDF15 seguía siendo un misterio.

En un emocionante avance, Fejzo y su equipo han presentado nueva evidencia respaldando la teoría de que GDF15 desencadena la HG. Los niveles más altos de GDF15 se encontraron en mujeres con HG en comparación con aquellas sin complicaciones severas. Además, se descubrió que la mayoría de GDF15 presente en mujeres embarazadas proviene del feto y la placenta. Las variantes genéticas previamente identificadas también mostraron una relación interesante: las mujeres con estas variantes tenían niveles más bajos de GDF15 cuando no estaban embarazadas.
Nuevos avances en náuseas matutinas
Sorprendentemente, investigaciones adicionales revelaron que las mujeres con niveles más altos de GDF15 antes del embarazo tenían un menor riesgo de desarrollar hiperémesis. Esto sugiere que altos niveles previos de GDF15 podrían desensibilizar a las mujeres a la hormona y reducir los síntomas. Además, mujeres con una afección sanguínea que aumenta los niveles de GDF15 rara vez experimentaron náuseas y vómitos durante el embarazo.
El equipo de investigación enfatiza que se requiere más estudio para desarrollar completamente esta hipótesis, pero ya se vislumbran posibles aplicaciones prácticas. Aumentar los niveles de GDF15 antes del embarazo podría prevenir la HG, mientras que reducirlos durante el embarazo podría aliviar las náuseas. Sin embargo, los investigadores son cautelosos y priorizan la seguridad, considerando los daños potenciales de las terapias administradas durante el embarazo. La seguridad será un aspecto fundamental en cualquier tratamiento futuro.

La importancia de este descubrimiento no puede subestimarse. No solo arroja luz sobre una enfermedad que afecta al 2% de los embarazos, sino que también ofrece esperanza a las mujeres embarazadas que padecen náuseas y vómitos severos. Aunque aún se necesitan más investigaciones, este hallazgo marca un hito en el camino hacia estrategias efectivas para el tratamiento y la prevención de la HG.
El equipo de investigación liderado por Fejzo ha publicado sus hallazgos en el servidor de preimpresión bioRxiv y ahora espera el proceso de revisión por pares. Mientras tanto, la comunidad científica se encuentra entusiasmada y esperanzada ante la perspectiva de aliviar el sufrimiento de las mujeres embarazadas. Este descubrimiento, sin duda, sentará las bases para futuros avances en la comprensión y el tratamiento de las náuseas y los vómitos relacionados con el embarazo, mejorando así la calidad de vida de innumerables madres en todo el mundo.
Referencias:
Fetally-encoded GDF15 and maternal GDF15 sensitivity are major determinants of nausea and vomiting in human pregnancy: https://doi.org/10.1101/2023.06.02.542661