La cantidad y calidad del sueño desempeñan un papel crucial en nuestra salud, y un nuevo estudio presentado en la reunión anual de la Endocrine Society revela su impacto en el riesgo de diabetes. Durante años, se ha estudiado la relación entre el sueño y la diabetes u obesidad, pero esta investigación va más allá al explorar los efectos longitudinales a lo largo de 14 años.
El estudio, realizado por el Dr. Wonjin Kim y su equipo de investigadores del Centro Médico CHA Gangnam y la Universidad CHA en Seúl, Corea del Sur, se basó en los datos recopilados de más de 8.800 participantes sanos del Estudio de Epidemiología y Genoma Coreano. Los investigadores examinaron la duración y calidad del sueño de los participantes, así como los cambios en los parámetros glucémicos a lo largo del tiempo.

Los resultados revelaron una asociación significativa entre la duración del sueño y la incidencia de diabetes. Curiosamente, se observó una relación en forma de U, lo que significa que tanto menos de seis horas como más de diez horas de sueño estaban asociadas con un mayor riesgo de desarrollar diabetes. Estos hallazgos sugieren que el sueño insuficiente y el exceso de sueño pueden tener efectos perjudiciales en la salud metabólica.
Además, los investigadores encontraron que la calidad del sueño también desempeña un papel importante en el riesgo de diabetes. Incluso entre aquellos que dormían menos de diez horas por día, aquellos que informaron una mala calidad del sueño tenían un mayor riesgo de desarrollar diabetes. Esto resalta la importancia de no solo considerar la duración del sueño, sino también la calidad del mismo.
Sueño y diabetes: importancia y riesgos
Para evaluar la calidad del sueño, los investigadores utilizaron la escala de somnolencia de Epworth (ESS), que mide la probabilidad de quedarse dormido en diferentes situaciones. Aquellos participantes que tenían una puntuación ESS superior a 10 y dormían menos de diez horas al día tenían un riesgo significativamente mayor de desarrollar diabetes.
El estudio también examinó los cambios en el índice glucogénico de insulina, un marcador de la función secretora de insulina. Los participantes que dormían más de diez horas por día mostraron una disminución en este índice, lo que sugiere una disfunción en la producción de insulina. Esto puede explicar, al menos en parte, la asociación entre el sueño prolongado y un mayor riesgo de diabetes.

Estos hallazgos son de suma importancia, ya que destacan la necesidad de prestar atención a nuestros patrones de sueño y priorizar una cantidad adecuada y una buena calidad del mismo. Dormir menos de seis horas o más de diez horas por noche, así como experimentar una mala calidad del sueño, puede aumentar el riesgo de desarrollar diabetes. Es fundamental que tomemos medidas para mejorar nuestros hábitos de sueño y promover un descanso saludable, lo que puede ayudar a prevenir la aparición de esta enfermedad metabólica. Además, se necesitan más investigaciones para comprender mejor los mecanismos subyacentes y desarrollar estrategias efectivas de prevención y tratamiento de la diabetes relacionada con el sueño.
Referencias:
Duration and poor quality of sleep associated with greater risk for diabetes: https://medicalxpress.com/news/2023-06-duration-poor-quality-greater-diabetes.html