En el norte de Europa, más del 30% de los hombres padecen una enfermedad genética que limita el movimiento de sus dedos. Esta condición usualmente aparece a partir de los 60 años y ocasiona que la palma de la mano se cierre poco a poco hasta formar una contractura muscular. Como las personas afectadas son de ascendencia vikinga y normanda, se le ha llamado coloquialmente “la enfermedad del vikingo”. Pero un nuevo estudio indica que, en realidad, esta dolencia tiene un origen neandertal. 

Los investigadores del Instituto Karolinska, en Suecia, han utilizado datos de más de 7.000 individuos afectados para buscar factores genéticos de riesgo de la enfermedad. Sus resultados muestran ahora que tres de los factores de riesgo más importantes se heredan de los neandertales. 

Pero antes de entrar en el tema, ¿qué es exactamente la enfermedad del vikingo y por qué es importante? A continuación te lo explicamos. 

Sobre la enfermedad del vikingo

Etapas de la enfermedad de los vikingos / Créditos: Doctorponce

Si bien no suele ser dolorosa, la condición puede llegar a mermar la calidad de vida de una persona al limitar la movilidad de sus manos. La enfermedad del vikingo, también conocida como la contractura de Dupuytren, causa el engrosamiento de la fascia palmar y digital. Estos serían los tejidos fibrosos que se encuentran bajo la piel de la mano. 

Quienes la padecen, usualmente los hombres, terminan teniendo algunos dedos como el anular y el corazón permanentemente en posición flexionada. De hecho, se pueden formar nódulos, cordones y depresiones en la palma de la mano. 

Es fácil reconocer esta enfermedad porque suele empezar como un bulto en la palma de la mano que crece y hace que uno o más dedos se bloqueen en posición doblada. Aunque también puede presentarse una condición similar en el pie o en el pene donde hay engrosamiento de la fascia. 

Para los europeos, la contractura de Dupuytren supone un gran problema durante la vejez pues tener los dedos bloqueados suelen causar también problemas como dificultad para escribir, usar un teclado o incluso coger una taza para beber. Es por eso que los científicos buscan desde hace décadas el origen de la enfermedad, así como una posible cura. 

Común entre los vikingos, pero de origen neandertal 

Vikingos / Vía Pexels

Sabemos que los neandertales vivieron en Europa y Asia occidental antes que los vikingos y normandos, hace unos 40.000 años. También se ha demostrado que, antes de desaparecer, estos parientes se mezclaron con los humanos modernos. Como resultado, entre el 1 y 2% de nuestro ADN procede de los neandertales.

No obstante, dado que la enfermedad del vikingo rara vez se observa en individuos de ascendencia africana, parecía poco probable que fuera herencia neandertal como el cabello rizado o la forma de nuestra nariz. 

El equipo de investigadores del Instituto Karolinska demostró lo contrario en su nuevo estudio. Para ello, utilizaron datos de tres clínicas de EE.UU., Reino Unido y Finlandia, que les permitieron comparar los genomas de 7.871 pacientes con la enfermedad de los vikingos y 645.880 controles sanos. Fue entonces cuando identificaron 61 factores genéticos de riesgo, siendo los tres más importantes precisamente heredados de los neandertales. 

“Las variantes genéticas que hemos encontrado no eran especialmente frecuentes entre los vikingos. Puede que el encuentro con neandertales haya afectado a quién padece esta enfermedad, pero no debemos exagerar la conexión entre neandertales y vikingos”.

Hugo Zeberg, investigador en el Instituto Karolinska

Así que este estudio es una prueba más de que el mestizaje entre neandertales y nuestros antepasados tiene importantes consecuencias en la prevalencia de algunas enfermedades. En especial, ciertas condiciones genéticas en determinados grupos.

Referencias: 

Major genetic risk factors for Dupuytren’s disease are inherited from Neanderthals https://doi.org/10.1093/molbev/msad130

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