Hemos oído hablar muchas veces del metabolismo, ese conjunto de reacciones químicas que influyen a la hora de perder peso más o menos rápido. Pero todavía no está claro, al menos para la mayoría, cómo funciona y qué debemos hacer para cambiar la forma en que nuestro cuerpo consume energía.
A menudo se piensa que el metabolismo cambia solo cuando una persona comienza a hacer ejercicio. Esto debido a que la actividad física obliga a las células a consumir más energía, lo que aumenta también la necesidad de comer en grandes cantidades para compensar el gasto calórico. Pero realmente podemos quemar energía sin mover un músculo, cuando el cuerpo está en reposo.
La razón de esto es bastante simple: el metabolismo no está sujeto al ejercicio, sino más bien a la nutrición. Por lo tanto, para poder cambiarlo necesitamos trabajar en nuestra tasa metabólica basal.
Aquí te explicamos cómo hacerlo, aunque cabe destacar que todavía no existe un método para acelerar el metabolismo y adelgazar en un par de días. Todo lo que podemos ofrecer son formas de aumentar la energía consumida por el cuerpo.
¿Qué es lo que cambia nuestro metabolismo?

La tasa metabólica basal, o de reposo, se refiere al trabajo realizado por las células cuando no estamos haciendo nada. Cosas tan simples como respirar o mantener la sangre circulando consumen cierta cantidad de calorías por minuto, concretamente, alrededor del 50% al 70% del total que quema cada día. Es por eso que se dice que comer más no afecta el peso mientras se hace ejercicio.
Sin embargo, la relación entre el metabolismo basal y nuestra masa corporal es complicada.
A medida que nos hacemos mayores, el cuerpo consume más energía porque las células están trabajando todo el día. Pero cada célula individual puede gastar más o menos calorías dependiendo de su función dentro del cuerpo. Por ejemplo, las células que forman los músculos, los nervios o el tejido hepático tienen un mayor gasto energético que las que solo forman la grasa.
En este sentido, es imposible “acelerar o ralentizar” el metabolismo. Aunque algunos factores pueden cambiar temporalmente en el uso de la energía, como son:
- La conservación de masa magra o músculo. Tener más músculo significa tener más células musculares metabólicamente exigentes, lo que se traduce en un mayor metabolismo en reposo. Es por eso que dos personas con el mismo peso corporal pero diferentes proporciones de masa magra pueden comer la misma cantidad de calorías y aún así tener diferentes resultados de aumento de peso.
- Una dieta restringida. La proteína puede ayudar indirectamente a una persona a reducir la ingesta calórica y aumentar el consumo de energía, pues tarda más en descomponerse que los carbohidratos. Por lo tanto, lo que comes también tiene un impacto directo en el metabolismo.
- La calidad del sueño. El cuerpo necesita agua y energía para procesar las calorías, así que dormir el tiempo suficiente puede contribuir a un metabolismo saludable.
Cómo aumentar la cantidad de energía que se consume

Los consejos básicos para quemar energía parecen ser consistentes: necesitamos centrarnos en mantener la masa magra, administrar los tipos de calorías que ingerimos y prestar atención a aspectos básicos como dormir bien. Esa es la única forma en la que podemos cambiar nuestro metabolismo, ya que estamos afectando directamente la tasa metabólica basal.
Aumentar un régimen de ejercicio para quemar más calorías también puede parecer una forma segura de acelerar el metabolismo y perder peso. Sin embargo, la evidencia sugiere que el cuerpo ajusta con el tiempo el gasto metabólico en otras actividades para volver a estar dentro de las líneas. Por lo tanto, hacer ejercicio es recomendable pero no es lo más ideal si hablamos del metabolismo.
De igual forma, consumir suplementos que prometen acelerar la quema de calorías es una muy mala idea. Principalmente porque influyen en el funcionamiento natural de las células en el cuerpo.
Así que, en definitiva, lo mejor que podemos hacer es mejorar la dieta, descansar entre 7 y 8 horas cada día y llevar a cabo nuestras actividades diarias para no perder músculo. De esta manera podremos evitar que la tasa metabólica disminuya y, con ella, nuestra capacidad de procesar energía.
Referencias:
Can You Change Your Metabolism? https://www.scientificamerican.com/article/can-you-change-your-metabolism/