Haciendo a un lado el 10% de los incendios ocasionados por la caída de un rayo, el resto son consecuencia de la acción humana. Bien sea por un descuido o debido a un acto completamente intencional. Sin embargo, no es correcto suponer que todo aquel que decide incendiar un bosque lo hace porque siente fascinación por el fuego.
Para que un incendio se clasifique como “incendio provocado” debe haber una intención. Algunas personas pueden volverse pirómanas para obtener dinero a costa de los daños, o también con el propósito de llamar la atención ante una injusticia percibida. No existe realmente un “pirómano típico”, sino más bien seis tipos de intereses alrededor de los incendios.
Es por eso que el Instituto Australiano de Criminología ha creado una lista para que podamos identificar estos perfiles, y con suerte, detenerlos a tiempo. Estas son las seis principales razones subyacentes por las que un pirómano podría iniciar un fuego.
Con fines de lucro

Puede que el dinero no crezca en los árboles, pero puede obtenerse quemando un par de ellos. Si la casa de un propietario sufre daños por culpa de un incendio descontrolado, esa persona puede exigir una retribución al seguro. De igual forma, si un vehículo se quema durante un incendio “accidental”, el dueño cobra un seguro de propiedad vehicular.
Últimamente hay muchas maneras en que alguien puede beneficiarse de un incendio provocado. Esto incluye la extorsión o la destrucción de una propiedad para limpiar un terreno. Pero lo más común es que estos delitos sean intentos de fraude de seguros.
Aunque, entre todos los pirómanos, estos oportunistas son los que peor la pasan ya que tienen un vínculo directo con la propiedad dañada o su dueño. Por ende, son fáciles de rastrear y capturar.
Para encubrir un delito entre las llamas
Muchas veces, los incendios provocados no son el evento principal. Para algunos delincuentes, principalmente asesinos y ladrones, el fuego puede ser un aliado para ocultar sus delitos.
No es ningún secreto que los incendios eliminan la mayoría de las pruebas en un caso criminal. Esto debido a que las huellas dactilares, la ropa y las pertenencias quedan irreconocibles después de un par de minutos.
Así que puede que un incendio provocado en el bosque sea el resultado de un pirómano escalofriante.
Por venganza

La ira y el fuego van de la mano en muchos sentidos, y los incendios son una prueba de ello. Algunas personas se vuelven pirómanas ocasionalmente para vengarse de una persona o una institución que abusó de ellos.
De hecho, esto ocurre a menudo cuando alguien se entera de la aventura de su pareja o es despedida sin ninguna razón. Aunque los objetivos varían dependiendo del estado emocional del delincuente.
En algunos casos, el incendio puede ser algo desorganizado por culpa de la ira del momento. Y en otros casos, algo más planificado con métodos sofisticados para iniciar el fuego.
Como una forma de expresar creencias
Otra intención cada vez más común entre los pirómanos son las agendas religiosas, políticas o sociales. Por ejemplo, hace tres años un hombre fue sentenciado a 6,5 años de prisión en los Estados Unidos después de incendiar una escuela y dos tiendas durante los disturbios en defensa de George Floyd.
Este tipo de incendios provocados pueden incluir vandalismo y saqueo, y el propósito puede ser llamar la atención o simplemente intimidar a otros. No obstante, como son crímenes premeditados con objetivos cuidadosamente seleccionados, suele ser fáciles de rastrear.
Simple vandalismo

Por otro lado, también existen personas menores de edad que prenden fuego a contenedores, vehículos abandonados o edificios vacíos. Estos se consideran pirómanos que actúan por vandalismo, ya que simplemente buscan causar daño.
A menudo, un factor adicional en el inicio del incendio es la presión de los compañeros o la iniciación de pandillas. Es como otra tradición para formar parte de grupos criminales.
Por pasión
Y para finalizar, tenemos a los pirómanos que verdaderamente disfrutan de los incendios provocados. Estas personas suelen empezar quemando contenedores, hasta que deciden pasar a los bosques y edificios residenciales.
En realidad, el lugar les da igual ya que lo único importante para ellos es la emoción que les produce cada evento. Pueden filmar y fotografiar el incendio, o incluso “pedir ayuda” a los socorristas buscando elogios y reconocimiento por su valentía. Así que son los perpetradores más irracionales en toda esta lista.
Hay muy poca investigación sobre los pirómanos, quizás porque existen muchas intenciones detrás de esta práctica. O tal vez sea porque se resuelven muy pocos incendios provocados y la tasa de condenas exitosas sigue siendo baja. Pero conocer su perfil puede ayudarnos a comprender por qué hacen lo que hacen, y cómo se le pondría fin a sus actividades.
Referencias:
Revenge, excitement, or profit: Why do people commit arson? https://theconversation.com/revenge-excitement-or-profit-why-do-people-commit-arson-206502