El café descafeinado tiene tantos fanáticos como enemigos alrededor del globo por culpa de su sabor. Pero pocos saben que, más allá de eso, este producto supone una verdadera amenaza para el medioambiente. Esto debido a que durante el proceso de “descafeinado” de esta bebida se utilizan halógenos de vida corta que podrían estar dañando la capa de ozono en estos momentos.
Una investigación liderada por los investigadores del CSIC muestra cómo los halógenos de vida corta son responsables de aproximadamente un cuarto del total de ozono perdido en la baja estratosfera tropical. Estas sustancias constituyen una fuente importante de cloro, bromo y yodo a la atmósfera, altamente reactivos con el ozono. A pesar de su corto tiempo de vida, inferior a los seis meses, pueden ser rápidamente transportadas por la fuerte convección tropical y alcanzar capas bajas de la estratosfera.
Por lo tanto, su presencia ha estado limitando la recuperación del ozono estratosférico en las dos últimas décadas.
Gases peligrosos para la baja estratósfera tropical

Desde el protocolo de Montreal en 1987, cuando los países acordaron eliminar gradualmente el uso de 96 sustancias químicas, la capa de ozono se ha ido curando. Eso es un hecho, aunque una parte de ella, en la estratosfera tropical inferior, ha mostrado una inesperada reducción del 25%.
La tendencia de pérdida de ozono se ha atribuido principalmente a la aceleración de la circulación atmosférica en respuesta al calentamiento global. Sin embargo, estudiando los químicos que viajan por la atmósfera, los investigadores han determinado que el problema son los halógenos de vida corta.
Los halógenos de vida corta son emitidos de forma natural desde la superficie de los océanos y por fuentes antrópicas asociadas a la actividad industrial. Estos productos todavía poseen una amplia gama de aplicaciones, incluida un papel relevante en la extracción de cafeína.
Julián Villamayor, investigador del Instituto de Química Física Blas Carrera y autor del estudio, nos aportó información que indica que se podría mitigar la pérdida de ozono proyectada hacia finales de siglo en hasta un 30% aplicando controles solamente a las emisiones de origen industrial.
A diferencia de los conocidos clorofluorocarbonos, halógenos menos reactivos identificados como los principales causantes de la destrucción de la capa de ozono, la producción industrial de los halógenos de vida corta no está regulada. Una muy mala noticia para la capa de ozono, pues es extremadamente sensible a las reacciones químicas que producen éstos.
¿Qué relación tiene esto con el café descafeinado?

Villamayor y sus colegas utilizaron modelos climáticos sofisticados para evaluar los efectos de estos compuestos de vida corta. Al hacerlo, descubrieron que el diclorometano el utilizado en el proceso de descafeinado del café podría haber afectado hasta un cuarto del total de ozono perdido en la baja estratosfera junto con el cloroformo.
Sus resultados evidencian la importancia de considerar la química de halógenos en los modelos climáticos convencionales, para así obtener una evaluación precisa de la evolución de la capa de ozono. Después de todo, esa es la única manera de evitar otras pérdidas de ozono en los trópicos.
¿Esto quiere decir que deberíamos dejar el café descafeinado? No necesariamente. El proceso de descafeinado químico es el método más empleado por la industria cafetera, pues es el más barato. Sin embargo, existen otros dos métodos alternativos que podrían ser más amigables con el medioambiente. Nos referimos al:
- Descafeinado húmedo. Este método consiste en humedecer los granos de café, mezclarlos con agua y con extracto de café sin cafeína, para que la cafeína de los granos pase por ósmosis al líquido en que está disuelta.
- Y el descafeinado por presión. En este caso, la cafeína se retira mediante un sistema que combina presión con intervención del CO2. Para eliminar la cafeína, el café se somete a una presión de unas 250 – 300 atmósferas, y se hace circular dióxido de carbono entre los granos.
Por lo tanto, si somos amantes del café descafeinado, no hay razón para abandonarlo. Estos hallazgos solo demuestran que los métodos industriales que estamos utilizando para hacer nuestras bebidas favoritas no son precisamente “sostenibles”.
Referencias:
Very short-lived halogens amplify ozone depletion trends in the tropical lower stratosphere https://doi.org/10.1038/s41558-023-01671-y