Espacio exterior, espacio lunar, espacio interestelar o espacio profundo. Solemos usar muchas palabras diferentes para hablar de las regiones relativamente vacías del Universo, lo que se considera “la frontera final”. Sin embargo, no todas funcionan como sinónimos.
Para los astrónomos existe una clara distinción entre el espacio exterior y el espacio profundo. Principalmente porque ambos términos representan diferentes distancias más allá de la Tierra. Así que es momento de aclarar lo que significa cada uno, para que podamos hablar con propiedad de las distintas partes que componen el cosmos.
“Exterior” y “profundo”

El término espacio exterior usualmente se usa para hablar de cualquier cosa más allá de la Tierra, incluso cosas muy cercanas a casa. Como por ejemplo, objetos en la órbita terrestre baja, que comienzan a partir de los 160 kilómetros del planeta.
Por otro lado, el espacio profundo se emplea con aquellas cosas que comienzan un poco más lejos. A menudo se considera que este término es más lejano, por lo que puede referirse a algo más allá de la Tierra que nuestra Luna o incluso más lejano que nuestro Sistema Solar.
Entonces, si hablamos de la verdadera frontera final de todo lo conocido, esa sería el espacio profundo. Aunque siendo honestos, no hay ninguna explicación científica detrás de estas definiciones.
La idea de “espacio exterior” surgió a mediados del siglo XIX, cuando se usó en un artículo astronómico. Y luego, el escritor de ciencia ficción H.G. Wells ayudó a popularizar el término colocándolo en su novela.
Caso contrario al del “espacio profundo”, ya que éste proviene enteramente de la ciencia ficción. E.E. Smith, otro famoso escritor del siglo pasado, acuñó el término en su novela Triplanetary de 1934.
Sin embargo, con el paso del tiempo los astrónomos le han dado más sentido a esta distinción para poder facilitar la exploración del cosmos.
Dos espacios para la ciencia

A fines de la década de 1950, los científicos trazaron una línea invisible, conocida como la línea de Kármán, donde determinaron que la Tierra termina y comienza el espacio exterior. Esto sería alrededor de 80 a 100 km sobre la superficie del planeta.
Dicha línea proviene de un cálculo del ingeniero Theodore von Kármán, que indica la altitud a la que un avión debe volar tan rápido para viajar a través de la atmósfera que técnicamente entra en órbita. Por lo tanto, no se trata de un límite en el que se produzca algún efecto inusual sobre el cuerpo humano o las naves espaciales. Es simplemente una referencia.
“Nos tomó un poco más de tiempo llegar a la Luna en 1959 pero, poco después, los humanos comenzamos a enviar sondas más allá hacia el espacio profundo, explorando los otros planetas del Sistema Solar”.
NASA
Desde 1947, la humanidad ha estado enviando cosas más allá de la línea Kármán al espacio exterior y el espacio profundo. De hecho, en la década de 1970, la sonda Voyager 1 fue lanzada hacia lo más lejano que los humanos han llegado al espacio profundo, viajando fuera de nuestro Sistema Solar a más de 22,5 mil millones de kilómetros de la Tierra. Eso coloca a la Voyager 1 en una categoría completamente nueva de espacio: «espacio interestelar».
¿Necesitamos distinguir el espacio exterior del profundo?
Estos dos términos ayudan a los expertos de la NASA a realizar un seguimiento de las cosas, usando las antenas de radio repartidas por todo el mundo. Sin embargo, fuera de los laboratorios y estudios científicos, estos términos realmente no necesitan una distinción.
Por lo tanto, podemos usarlos cuando queramos. O también, emplear «espacio» en lugar de cualquier otra denominación. Después de todo, se trata de un término general que abarca tanto el espacio exterior como el espacio profundo.
Referencias:
What’s the difference between outer space and deep space?What’s the difference between outer space and deep space? https://www.livescience.com/space/cosmology/whats-the-difference-between-outer-space-and-deep-space