Científicos de la EPFL llevan años buscando la forma de devolverle la movilidad a las personas que han sufrido una lesión en la médula espinal. En 2018, lograron que tres hombres paralizados consiguieran estirar sus piernas en un intento que dejó pocos resultados. Pero este año finalmente han desarrollado una tecnología capaz de brindar control total sobre unas piernas inmóviles, solo con los pensamientos.

Nos referimos a un implante inalámbrico que sirve de “puente digital” entre el cerebro y la médula espinal. Con él, un hombre holandés llamado Gert-Jan Oskam logró caminar naturalmente, enfrentarse a terrenos difíciles e incluso subir escaleras.

Por lo tanto, el equipo espera poder utilizar su nueva creación en más pacientes que deseen volver a caminar. 

Del pensamiento al movimiento 

Gert-Jan Oskam caminando por el hospital después de recibir el implante / Créditos: laSexta

Este sistema pretende restaurar la comunicación entre el cerebro y la médula espinal que, a menudo, se pierde tras una lesión severa. Por tal motivo, combina un implante espinal con una nueva tecnología llamada interfaz cerebro-computadora, que se coloca sobre la parte del cerebro encargada del movimiento de las piernas. 

La interfaz utiliza algoritmos basados en inteligencia artificial para decodificar grabaciones cerebrales en tiempo real, es decir, pensamientos. Esto permite que el paciente pueda mover las piernas en cualquier momento si así lo decide.

Para demostrarlo, los científicos trabajaron con Gert-Jan Oskam. Este hombre de 40 años había perdido la capacidad de caminar en 2011, cuando se lesionó la columna vertebral en un accidente de bicicleta en China. Sin embargo, al implantarle este sistema, dos conjuntos con 64 electrodos incrustados en una caja de titanio, los nervios paralizados comenzaron a moverse de nuevo.

“Las ondas cerebrales que señalan el deseo de Oskam de caminar viajan desde un dispositivo implantado en su cráneo hasta el estimulador espinal, desviando la señal alrededor del tejido dañado y enviando pulsos de electricidad a la médula espinal para facilitar el movimiento. Oskam ahora puede caminar con más fluidez, sortear obstáculos y subir escaleras”.

Keith Tansey, neurólogo del Centro de Rehabilitación Metodista

Un implante para tratar las parálisis 

Así funciona el implante dentro del cerebro y la médula espinal / Créditos: Nature

La estimulación de la médula espinal y las interfaces cerebrales se han considerado en otros estudios previos sobre parálisis por daño medular. No obstante, nunca antes se habían combinado de esta manera.

En la mayoría de los casos, los científicos necesitaban presionar un botón externo para mover las piernas de los pacientes cada vez. En cambio ahora, con el implante inalámbrico, es posible controlar casi todo el proceso usando solo los pensamientos. Algo que facilita enormemente el ritmo natural de la caminata, al menos para Gert-Jan Oskam.

Aún no está claro si las otras personas con lesiones de la médula espinal verán los mismos resultados en el futuro, pero los científicos son optimistas en este aspecto. Después de todo, muchas lesiones medulares a menudo dejan conexiones dañadas entre el cerebro y la parte inferior del cuerpo que pueden repararse. Por lo tanto, usar un buen “puente” podría garantizar que las personas con lesiones más graves, sin sensibilidad o movimiento de las piernas, vuelvan a caminar. 

“Por sí sola, la estimulación espinal es similar a un titiritero. Tenía que estar a tiempo con el ritmo, de lo contrario no daría un buen paso. Pero después de 40 sesiones de entrenamiento, pude pisar y volver a caminar“.

Gert-Jan Oskam

Todavía se trata de una prueba de concepto en un ser humano, pero los resultados son bastante prometedores. Gert-Jan Oskam recuperó algunas habilidades de percepción sensorial y motora que había perdido en el accidente después de medio año con el sistema. Incluso pudo caminar con muletas cuando se apagó este «puente digital».

Así que es posible establecer un vínculo entre el cerebro y la médula espinal después de una parálisis. Solo se necesita un buen implante y mucha dedicación.

Referencias:

Walking naturally after spinal cord injury using a brain–spine interface https://dx.doi.org/10.1038/s41586-023-06094-5

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