Las aguas del océano Caribe, una vez un paraíso azul y sereno, albergan un peligro oculto que amenaza la salud humana. Investigadores de la Florida Atlantic University han descubierto que las bacterias conocidas como Vibrio, famosas por su capacidad para «comer carne», se están multiplicando en las floraciones de algas marinas y la contaminación plástica en aguas abiertas del Caribe. Esta alarmante revelación plantea la preocupante posibilidad de que estos patógenos puedan volver a afectar a los seres humanos.

Las bacterias Vibrio tienen un apetito insaciable por los tejidos animales y las plantas marinas. Cuando los humanos consumen mariscos o agua contaminada con estos patógenos, pueden sufrir enfermedades graves como el cólera. La especie Vibrio vulnificus incluso puede infectar heridas, lo que conlleva el riesgo de una destrucción letal del tejido circundante.

Una representación gráfica de la recolección y análisis de bacterias en el Mar de los Sargazos. Créditos: Mincer et al., 2023.

Peligroso hallazgo en desechos marinos

El hallazgo de diversas especies de Vibrio, incluyendo algunas desconocidas hasta ahora, en los desechos plásticos es un motivo de preocupación. Estamos frente a otro posible vector de enfermedades humanas que los expertos no habían tenido en cuenta. Lo que es aún más inquietante es que este hábitat flotante no muestra signos de desaparecer. De hecho, parece estar expandiéndose y acercándose cada vez más a nuestras costas.

Un estudio reciente realizado por la Florida Atlantic University analizó muestras de plástico y algas marinas recogidas en el Caribe y en los mares de Sargazos durante los años 2012 y 2013. En estas muestras, el equipo de investigación descubrió múltiples especies de bacterias Vibrio, algunas de las cuales nunca habían sido identificadas.

Un análisis adicional del genoma reveló que algunas de estas bacterias poseían un «potencial patógeno significativo». En experimentos de laboratorio, las bacterias marinas demostraron una alarmante eficiencia para adherirse y colonizar el plástico en cuestión de minutos.

La bióloga marina Tracy Mincer, de la Florida Atlantic University, advierte sobre la agresividad de estas bacterias y su capacidad para unirse al plástico. «Descubrimos que utilizan factores de unión similares a los utilizados por los patógenos para adherirse al plástico», comenta Mincer. Estos hallazgos sugieren que las bacterias Vibrio están adaptándose a la vida en el océano abierto de formas que podrían representar un peligro tanto para la salud animal como humana. Algunos de estos patógenos incluso podrían estar desarrollando secreciones tóxicas capaces de penetrar en el intestino de los animales y causar el síndrome del intestino permeable.

Algas Sargassum en una playa de Belice. Vía Pixabay.

Amenaza marina: algas Sargassum y riesgos sanitarios

La proliferación de algas marinas Sargassum en el Caribe, impulsada en parte por el uso de fertilizantes, ha generado una amenaza adicional. Estas algas, que florecen en extensiones cada vez mayores, están sofocando playas enteras. Al interactuar con los desechos plásticos, las algas y el plástico pueden intercambiar microbios, lo que aumenta los posibles riesgos para la salud cuando llegan a la costa.

Ante esta preocupante situación, algunos expertos sugieren convertir esta abundancia en alimentos o biocombustibles como una posible solución. Sin embargo, hasta que se investiguen a fondo los riesgos asociados, los investigadores advierten que debemos evitar cosechar las masivas floraciones de algas marinas del Caribe, tal como algunos han propuesto.

Es fundamental aumentar la conciencia pública sobre estos riesgos. Como advierte Tracy Mincer, «creo que nadie ha considerado verdaderamente estos microbios y su capacidad para causar infecciones en este momento». Este estudio publicado en Water Research es un llamado a la acción para abordar esta creciente amenaza y proteger la salud de los océanos y de las personas que dependen de ellos.

Referencias:

“Sargasso Sea Vibrio bacteria: underexplored potential pathovars in a perturbed habitat”:https://doi.org/10.1016/j.watres.2023.120033

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