La resiliencia de los gorilas después de un trauma infantil es sumamente admirable. Un bebé que es capaz de sobrevivir a los primeros años de vida, puede vivir tanto o más que sus compañeros que pasaron una juventud sin incidentes. Algo que no podemos decir de otros primates como los babuinos o los humanos, pues viven atormentados por experiencias negativas de la infancia.
Por razones que todavía estamos tratando de entender, los gorilas de montaña parecen ser notablemente resistentes a las adversidades que aparecen antes de los seis años. De hecho, los investigadores de la Universidad de Michigan aseguran que se fortalecen con este tipo de experiencias tempranas. Por lo tanto, comprender cómo uno de nuestros parientes más cercanos enfrenta sus traumas podría ayudarnos a hacer lo mismo.
Resilientes a las adversidades infantiles
Hasta ahora, los investigadores no tenían mucha información sobre el impacto que tales eventos tienen en los grandes simios no humanos. La evidencia sugiere que los chimpancés y los bonobos que sufren traumas infantiles a menudo desarrollan problemas psicológicos a largo plazo. Pero esta tendencia, vista en todo el reino animal, parece tener al menos una excepción: los gorilas de montaña.

Para demostrarlo, el equipo estudió a más de 400 gorilas monitoreados en el Parque Nacional de los Volcanes de Ruanda. En concreto, examinaron si cada animal experimentó alguno de estos tipos de adversidades: la pérdida de su madre o padre, vivir en la inestabilidad del grupo o presenciar el infanticidio de un compañero animal joven.
Luego, con esos datos, se observó cuánto tiempo vivía cada uno de los gorilas. Esto con la finalidad de confirmar si los traumas infantiles afectaban su calidad de vida en la etapa adulta.
Pero, inesperadamente, los gorilas que lograron sobrevivir más allá de los seis años no experimentaron un impacto negativo en el tiempo que vivieron. A pesar de que estuvieron expuestos a múltiples adversidades, casi 30 veces más mortales que el resto de sus compañeros, ninguno parecía afectado. Al contrario, los machos jóvenes que experimentaron más dificultades tendieron a vivir más que los que tuvieron una infancia pacífica.
“Esto podría deberse a la selección de viabilidad. La idea básica es que solo sobrevives a esas cosas tempranas si eres un animal particularmente de alta calidad”.
Stacy Rosenbaum, antropóloga biológica de la Universidad de Michigan
¿Qué podemos aprender de los gorilas de montaña?
Los humanos no son gorilas, pero tener datos sobre este fenómeno en una especie que comparte tantas similitudes biológicas puede ser muy útil.
Aunque los investigadores no tienen una explicación definitiva para sus hallazgos, sí tienen una hipótesis. Los gorilas de montaña viven en una “pequeña burbuja extraña” donde no enfrentan la escasez ecológica. Hay mucha agua y comida, y el bosque está protegido de los madereros y cazadores furtivos, por lo que sus necesidades físicas están cubiertas. Además, viven en grupos sociales muy unidos con un alto grado de apoyo. Por lo tanto, si un gorila juvenil queda huérfano, otros miembros del grupo podrían brindarle atención y apoyo.
Si esta doble explicación resulta correcta, entonces significa que para los animales sociales, como los humanos y los gorilas, el apoyo y los recursos son esenciales para evadir los impactos de un trauma infantil.
“Ya seas un ser humano o un elefante, un babuino o un pez, la adversidad experimentada en los primeros años de vida puede llegar a afectarte. Por eso, a menudo está relacionada con efectos negativos sobre la longevidad y la salud en la edad adulta. Pero un buen entorno puede cambiarlo todo”.
Stacy Rosenbaum
Quedan muchas preguntas por responder, como por ejemplo, qué mecanismos biológicos sustentan la resiliencia en los grandes simios. No obstante, esto no parece ser tan importante como la lección social que nos están brindando: si nos ignoramos unos a otros, o nos aislamos para huir de las adversidades, nunca podremos superarlas.
Referencias:
Gorillas’ Resilience after Early-Life Trauma Holds Lessons for Humans https://www.scientificamerican.com/article/gorillas-resilience-after-early-life-trauma-holds-lessons-for-humans/