Llevamos más de medio siglo hablando sobre las sondas, satélites y naves espaciales que han mandado al espacio exterior. Sin embargo, poco se ha dicho sobre esas cosas extrañas que alguien decidió un buen día que era apropiado enviar al infinito y más allá.

Aunque cueste creerlo, el cosmos se está llenando cada vez más de objetos inútiles hechos o dispuestos por los humanos. Desde huesos de dinosaurio hasta pequeñas piezas de lego que flotan libremente como basura espacial. Por eso, les vamos a dedicar este artículo a algunas de las piezas más curiosas.

Eso sí, no nos hacemos responsables por lo que puedas pensar después de ver esto. ¡Empecemos! 

Un Tesla con su “astronauta”

Imagen del Starman en un Tesla Roadster / Créditos: SpaceX

Lo que vemos aquí no es un nuevo modelo de nave espacial. En realidad se trata del maniquí “Starman” de SpaceX y el Tesla Roadster de Elon Musk, que desde el 6 de febrero de 2018 vuelan sobre la Tierra. 

¿Cuál es su propósito? Originalmente, estaba destinado a ponerse en órbita alrededor de Marte, lo que generó temores sobre si el automóvil podría convertirse en una amenaza biológica para el planeta. Sin embargo, ahora está atrapado en una órbita alrededor del Sol, que tarda alrededor de 557 días en completarse. Un lugar seguro que puede rastrearse desde este sitio web.

El multimillonario lanzó este modelo como carga útil de prueba en la misión inaugural del cohete Falcon Heavy. Se cree que el “Starman” es una representación de Elon Musk vestido con un traje espacial, ya que el Tesla Roadster es su automóvil. Así que, si nos preguntan, este objeto solo aporta rareza al espacio.

Pelos presidenciales

Cohete / Vía Pexels

Este año, una empresa anunció que lanzaría mechones de antiguos expresidentes estadounidenses para conmemorar, y lamentamos la redundancia, el Día del Presidente. 

Las muestras verificadas genéticamente pertenecen a George Washington, John F. Kennedy, Dwight D. Eisenhower y Ronald Reagan. Estas se incluyeron en la nave espacial Enterprise, junto con los restos del creador de «Star Trek», Gene Roddenberry. Si bien es cierto que su lanzamiento está programado para 2024, ya es un hecho que estos mechones de pelo terminarán más allá de los límites exteriores del Sistema Solar.

Lego en el espacio

Dioses romanos Juno y Júpiter con Galileo Galilei / Créditos: Xataka

En 2012, el astronauta japonés Satoshi Furukawa construyó una versión a escala de la Estación Espacial Internacional (ISS) durante su estadía en la estación. Le tomó más de dos horas construir el modelo en el espacio, lo cual es bastante impresionante considerando la falta de gravedad. Sin embargo, lo más curioso de este suceso es lo que ocurrió después.

La compañía Lego, en respuesta, envió el modelo de una futura base lunar conceptual así como tres figuritas personalizadas. Así que actualmente hay varias piezas de construcción dando vueltas alrededor de Júpiter, entre ellas, los dioses romanos Juno y Júpiter así como Galileo Galilei.

Bocetos de penes

Imagen del «Museo de la Luna» / Créditos: MXCity

Desde tiempos inmemoriales los hombres han dibujado penes en cosas, pero un boceto en particular llegó al espacio. Se trata de un dibujo sobre fondo blanco del artista Andy Warhol.

El garabato fue uno de los seis incluidos en un pequeño mosaico de cerámica conocido como «Museo de la Luna», que los científicos de Bell Laboratories colocaron en un módulo del Apolo 12. Así que podemos decir que los bocetos de penes llegaron a la Luna, pues actualmente la nave se encuentra allí.

Sin embargo, esta historia nunca ha sido confirmada oficialmente.

Huesos de Dromaeosaurus 

Fósil de dinosaurio / Vía Pexels

El 20 de mayo de 2021, la compañía Blue Origin lanzó casi 200 fragmentos de huesos de dinosaurios en el cohete New Shepard. Entre estos fósiles, se encontraba el esqueleto de un Dromaeosaurus albertensis: la única especie del género extinto Dromaeosaurus, que vivió hace aproximadamente entre 76,5 a 74,8 millones de años.

La buena noticia es que esos huesos volvieron a la Tierra y fueron subastados a su regreso para recaudar dinero. Pero algunas otras piezas que se lanzaron antes, un cráneo de Coelophysis de 210 millones de años o las extremidades de un Tyrannosaurus rex, todavía flotan en el cosmos. 

Un traje, pero de gorila 

Hace un par de años, el astronauta retirado y actual senador estadounidense Mark Kelly demostró que es divertido disfrazarse de animales en el espacio. El astronauta pasó de contrabando un traje de gorila de cuerpo completo mientras se encontraba a bordo de la EEI, y grabó un video que sorprendió a todos en la Tierra. 

Su “broma espacial” todavía puede encontrarse en Youtube. No obstante, a raíz de esto, las medidas de seguridad se intensificaron. Así que puede que sea el único traje de gorila que veamos en una nave espacial.

Bola disco a escala planetaria

Estrella de la Humanidad / Vía Wikimedia

Si algún día vemos una enorme esfera reflectante aproximarse a la Tierra es porque hay una enorme bola disco en el espacio. El 21 de enero de 2018, el fabricante aeroespacial Rocket Lab lanzó en secreto un espejo multifacético a bordo de uno de los vuelos de prueba de la compañía. Este objeto, apodado la «Estrella de la Humanidad», medía alrededor de un metro de ancho y tenía 65 paneles reflectantes. 

En principio, se diseñó para ser un satélite y un símbolo de nuestro frágil lugar en el universo, un tema serio. Pero con el tiempo pasó a ser solo “una gran bola disco”. 

El sable de luz de Luke Skywalker

Luke Skywalker / Vía Wikimedia

La trilogía original de Star Wars, lanzada entre 1977 y 1983, inspiró a toda una generación de astronautas. Entonces, ¿por qué no mandar un pequeño homenaje al espacio?

Seguramente eso fue lo que pensaron los científicos espaciales, pues en 2007 el astronauta Jim Reilly posó con el sable de luz de Luke Skywalker en el módulo Harmony de la ISS. Y curiosamente, su lanzamiento coincidió con el 30 aniversario de la primera película de Star Wars.

Pizza interplanetaria

Todos hemos imaginado, por alguna razón, cohetes que lleven comida a domicilio. Pues bien, esta fantasía se hizo realidad en 2001.

Pizza Hut se convirtió en la primera empresa en llevar comida al espacio cuando envió una pizza a la ISS a bordo de un cohete de reabastecimiento. El destinatario de la pizza fue Yuri Usachov, a quien se le filmó comiendo la deliciosa delicia junto con otros cosmonautas rusos. 

Sin embargo, esta pizza no fue lo que muchos esperaban. Los chefs tuvieron que agregar condimentos adicionales porque los astronautas pueden perder el sentido del gusto en el espacio. Y por si alguien lo dudaba, la entrega a “domicilio” le costó a la compañía más de un millón de dólares. 

El volante de Wright

Wright Flyer / Créditos: Smithsonian

Y para terminar tenemos la primera cosa, y una de las más extrañas, que ha llegado al espacio: el volante del primer avión de Orville y Wilbur Wright, el Wright Flyer.

En 1969, Neil Armstrong, la primera persona en caminar sobre la Luna, llevó partes del Wright Flyer durante la misión Apolo 11 de la NASA. Los fragmentos se incluyeron en el kit de preferencia personal de Armstrong, una pequeña bolsa de pertenencias personales que cada astronauta podía llevar al módulo lunar.

No sabemos qué pasó con esas partes, pero en 2021 otra muestra de tela del avión aterrizó en Marte junto con el rover Perseverance. Y esa parte del avión está asegurada debajo de los paneles solares en Ingenuity actualmente.

Así que, como podemos ver, los humanos han cargado y abandonado toda clase de objetos en el espacio. No solo sondas, satélites y naves espaciales.

Referencias:

15 of the weirdest things we have launched into space https://www.livescience.com/space/space-exploration/15-of-the-weirdest-things-we-have-launched-into-space

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