El estrés, esa sensación incómoda y abrumadora que todos experimentamos en algún momento de nuestras vidas. No es de extrañar que lo evitemos y deseemos desesperadamente liberarnos de él. Sin embargo, sorprendentemente, el estrés puede ser una herramienta útil para alcanzar nuestras metas y garantizar nuestra supervivencia, según Jeffrey Birk, Ph.D., un experto en emociones y salud en el Centro para la Salud Cardiovascular del Comportamiento en la Universidad de Columbia.
Cuando enfrentamos situaciones estresantes y las superamos, aprendemos valiosas lecciones que nos ayudan a reaccionar más rápido y, en algunos casos, incluso a evitar futuros factores estresantes. No obstante, hay momentos en que el estrés se aferra a nosotros, persistiendo durante días, semanas e incluso meses.
«A corto plazo, la respuesta al estrés restaura el equilibrio en nuestro cuerpo, pero a largo plazo puede desequilibrarnos», explica Birk. La investigación ha demostrado que el estrés crónico está asociado con una serie de problemas de salud, como tensión muscular, trastornos digestivos, dolores de cabeza, fluctuaciones de peso, trastornos del sueño, enfermedades cardíacas, predisposición al cáncer, hipertensión y accidentes cerebrovasculares.
Las personas que padecen enfermedades cardiovasculares a menudo experimentan estrés crónico debido a su condición médica y a las comorbilidades asociadas, agrega Birk. Además, ser el cuidador de una pareja con una enfermedad crónica también puede generar una importante fuente de estrés crónico.

Comprendiendo los orígenes y efectos del estrés
El estrés altera el equilibrio interno de nuestro cuerpo, desplazándolo de un estado estable a uno de desequilibrio. A medida que enfrentamos situaciones que percibimos como desafiantes o amenazadoras, experimentamos un cambio en nuestro estado físico y mental, lo que conocemos como respuesta al estrés.
Normalmente, el estrés se vuelve perceptible cuando percibimos que las demandas de una situación superan nuestra capacidad para hacerles frente. El nivel de estrés está determinado por nuestras percepciones de amenaza y demanda, las cuales pueden variar de una persona a otra o incluso para la misma persona en diferentes etapas de su vida. Cuanto mayor sea la discrepancia entre las demandas percibidas y nuestras habilidades de afrontamiento, mayor será la intensidad del estrés.
Cuando se desencadena la respuesta al estrés, nuestro cuerpo libera cortisol y otras hormonas relacionadas con el estrés. A medida que aumenta la activación, el impacto en nuestro cuerpo se vuelve aún más perjudicial. Normalmente, los niveles de cortisol disminuyen después de que finaliza un evento estresante, pero si los factores estresantes persisten, los niveles de cortisol pueden mantenerse elevados de manera constante, desgastando nuestras células y nuestro organismo en general.
El tiempo que dedicamos a preocuparnos por las demandas estresantes tiene un impacto directo en nuestra salud. De hecho, la investigación previa publicada en Psychosomatic Medicine reveló que aquellos que pasaban más tiempo rumiando sobre situaciones estresantes presentaban niveles más altos de estrés, y también encontramos una asociación entre dedicar más tiempo a pensar en nuestros problemas y una presión arterial elevada. Es posible que las personas que se preocupan constantemente y desarrollan enfermedades cardiovasculares se encuentren atrapadas en un ciclo de retroalimentación que pone en peligro su bienestar.

Respuesta adaptativa al estrés: equilibrio y autocuidado
Sin embargo, en situaciones de estrés crónico, el sistema de respuesta al estrés puede desequilibrarse. Las hormonas del estrés continúan liberándose de manera persistente, lo que puede tener efectos negativos en nuestra salud física y mental a largo plazo.
La respuesta adaptativa ideal al estrés implica reconocer la presencia del factor estresante, movilizar rápidamente nuestros recursos internos y tomar medidas efectivas para resolver el problema. Una vez que se resuelve la situación estresante, nuestro cuerpo debería poder volver a su estado de equilibrio y las hormonas del estrés deberían disminuir.
Para lograr esta respuesta adaptativa ideal, es importante desarrollar habilidades de afrontamiento efectivas. Esto puede incluir técnicas de relajación, como la respiración profunda y la meditación, que ayudan a reducir la activación del estrés en el cuerpo. Además, es esencial establecer un equilibrio saludable entre el trabajo, el descanso y las actividades de autocuidado para evitar la acumulación de estrés crónico.
Aprender a identificar los factores estresantes y abordarlos de manera proactiva también puede ayudarnos a prevenir el estrés crónico. Esto implica establecer límites adecuados, establecer prioridades claras y buscar apoyo cuando sea necesario.

Efectos del estrés crónico: salud en riesgo
El estrés crónico es una carga pesada para nuestro cuerpo y mente. A medida que los factores estresantes se acumulan y persisten en el tiempo, su efecto se vuelve cada vez más significativo.
Este tipo de estrés prolongado puede surgir de diversas fuentes, ya sean preocupaciones financieras, enfermedades crónicas, responsabilidades de cuidado o situaciones problemáticas recurrentes. El resultado es un estado de desequilibrio constante en nuestro organismo, con el eje HPA activado y los niveles de hormonas del estrés elevados.
La investigación ha demostrado consistentemente los efectos negativos del estrés crónico en nuestra salud. Entre ellos se encuentran el aumento de la presión arterial, lo que nos hace más propensos a sufrir un infarto o un accidente cerebrovascular, así como el aumento de la frecuencia cardíaca, lo que incrementa el riesgo de emergencias médicas. Además, puede provocar arritmias cardíacas y generar inflamación en el cuerpo, debilitando nuestro sistema inmunológico y aumentando la vulnerabilidad a enfermedades y virus.
El estrés crónico también tiene un impacto significativo en nuestra salud mental. Puede generar ansiedad, sentimientos de abrumo e irritabilidad, lo que a su vez nos lleva a adoptar comportamientos poco saludables, como evitar la actividad física y recurrir a hábitos como fumar.
Reconocer la importancia de manejar el estrés crónico es fundamental para nuestra salud y bienestar. Adoptar estrategias efectivas de afrontamiento, como la práctica regular de ejercicio, técnicas de relajación y el establecimiento de límites adecuados, puede ayudarnos a mitigar los efectos negativos del estrés crónico y fomentar una vida más equilibrada y saludable.

Distinguiendo entre el estrés de corta duración y el estrés crónico
El estrés de corta duración y el estrés crónico pueden parecer similares en algunos aspectos, pero sus efectos en el cuerpo difieren significativamente. Para comprender si está experimentando uno u otro, es importante prestar atención a los síntomas que experimenta, su intensidad y la duración de los mismos.
Cuando enfrentamos situaciones estresantes breves, como una semana agitada en el trabajo o la escuela, es normal sentir ansiedad moderada, dolores de cabeza y fatiga física y mental. Sin embargo, estos síntomas suelen ser transitorios, y después de unos días difíciles, nos recuperamos y volvemos a la normalidad en términos físicos y emocionales. Esto es lo que denominamos estrés de corta duración.
Por otro lado, el estrés crónico se caracteriza por una acumulación continua de situaciones estresantes que nos abruman emocionalmente y nos agotan físicamente. En este caso, nos sentimos constantemente exhaustos, al punto de la extenuación. Podemos experimentar taquicardias incluso en reposo, y pueden surgir dolores persistentes, como el dolor de espalda crónico y debilitante. Estos síntomas persisten durante períodos prolongados y pueden empeorar con el tiempo.
Es esencial reconocer la diferencia entre el estrés de corta duración y el estrés crónico, ya que este último puede tener un impacto significativo en nuestra salud y bienestar a largo plazo. Si siente que está experimentando los efectos del estrés crónico, es importante buscar formas de gestionarlo, como buscar apoyo emocional, adoptar técnicas de relajación y establecer límites saludables en su vida diaria.
Recuerde, cuidar de su bienestar mental y físico es fundamental para mantener un equilibrio saludable y enfrentar los desafíos de la vida de manera efectiva.

Cuidando nuestro bienestar
Identificar y abordar las fuentes de estrés en nuestra vida es fundamental para mantener un equilibrio saludable. Aunque a veces las circunstancias pueden ser difíciles, incluso cuando enfrentamos una condición de salud crónica, existen estrategias probadas para reducir los efectos del estrés crónico y mejorar nuestro bienestar.
El ejercicio físico regular es una herramienta poderosa para manejar el estrés. No solo ayuda a liberar endorfinas, sustancias químicas que nos hacen sentir bien, sino que también proporciona una salida saludable para liberar tensiones acumuladas en el cuerpo. Ya sea caminar, correr, practicar yoga o cualquier otra actividad que disfrutemos, el movimiento nos ayuda a enfrentar el estrés de manera efectiva.
La meditación de atención plena es otra práctica beneficiosa para reducir el estrés. Al dedicar unos minutos cada día a enfocar nuestra atención en el momento presente, podemos calmar la mente y encontrar un espacio de calma interior. La respiración lenta y consciente también es una herramienta simple pero efectiva para reducir la ansiedad y promover la relajación.
Además, pasar tiempo de calidad con nuestros seres queridos puede tener un impacto positivo en nuestro bienestar emocional. El apoyo y la conexión social son vitales para hacer frente al estrés, ya que nos brindan un sentido de pertenencia y nos ayudan a encontrar consuelo y apoyo en momentos difíciles.
Al tomar medidas activas para manejar el estrés de manera efectiva, no solo mejoramos nuestro bienestar actual, sino que también reducimos el riesgo de enfrentar problemas de salud futuros. Cada uno de nosotros puede encontrar las estrategias que funcionen mejor para nosotros, así que dediquemos tiempo a cuidar nuestro bienestar y enfrentemos el estrés con fortaleza y resiliencia.
Referencias:
Chronic stress can hurt your overall health: https://medicalxpress.com/news/2023-05-chronic-stress-health.html