Los seres humanos tenemos la capacidad de calificar los sonidos que se avecinan como positivos, neutrales o negativos, especialmente cuando estamos en un lugar desconocido. Este sesgo es lo que nos permite disfrutar, por ejemplo, de la risa de un ser querido o de una canción relajante. Pero pocos saben que la valencia emocional que le damos a los sonidos varía en función del oído que utilicemos. 

Un par de neurocientíficos han demostrado que respondemos con más fuerza a los sonidos positivos cuando provienen de la izquierda, es decir, cuando llegan a nuestro oído izquierdo. En cambio, esto no ocurre cuando las vocalizaciones positivas provienen del frente o de la derecha. 

En este sentido, es más probable que una risa o una vocalización agradable provoque emociones positivas en el lado izquierdo del oyente antes que en su lado derecho. Ahora bien, ¿por qué ocurre esto? 

Nuestro cerebro tiene un oído favorito

Cerebro humano / Vía Pixabay

Recientemente, los científicos de la Escuela Politécnica Federal de Lausana utilizaron imágenes de resonancia magnética funcional (fMRI) para comparar la fuerza con la que el cerebro respondía a los sonidos. Los trece participantes, las mujeres y hombres de veinticinco años que participaron en el estudio, escucharon seis tipos de melodías. Entre ellas, vocalizaciones humanas positivas (como sonidos eróticos), vocalizaciones neutrales y negativas (como vocales sin sentido y gritos de miedo), y sonidos aleatorios (como aplausos, viento y una bomba de relojería).

Todos los participantes eran diestros, y ninguno tenía formación musical. Sin embargo, la mayoría coincidió en que los sonidos positivos que escuchaban del lado izquierdo eran más gratificantes que el resto. Ni siquiera las vocalizaciones sin sentido o los sonidos distintos produjeron esta asociación.

«Aquí mostramos que las vocalizaciones humanas provocan una fuerte actividad en la corteza auditiva del cerebro cuando provienen del lado izquierdo del oyente“.

Dr. Sandra da Costa, científica de la EPFL en Suiza

Los resultados posteriores mostraron que las áreas auditivas primarias, A1 y R, en ambos hemisferios se activaron al máximo cuando escuchaban vocalizaciones positivas provenientes de la izquierda. Por el contrario, apenas se activaron cuando se escuchaban vocalizaciones positivas provenientes del frente o la derecha, sonidos aleatorios o vocalizaciones neutras y negativas.

Así que una cosa es segura: el cerebro discrimina a favor de las vocalizaciones positivas del oído izquierdo.

¿Por qué el lado izquierdo?

Oído izquierdo / Vía Pexels

La fuerte valencia emocional que proviene de la izquierda tiene lugar en la corteza auditiva primaria de ambos hemisferios. Estas son las primeras áreas de la corteza cerebral que reciben información auditiva. Por lo tanto, es probable que la naturaleza de un sonido, su valencia emocional, y su origen espacial se procesen primero allí.

El análisis se centró en las regiones del cerebro que se sabe que son importantes para las primeras etapas del procesamiento del sonido, las áreas auditivas primarias A1 y R. En consecuencia, las otras áreas auditivas circundantes y el área de la voz (VA) se dejaron de lado.

Sin embargo, el equipo considera que esta “discriminación” podría tener un significado evolutivo. Para nuestros ancestros en la sabana africana, un sonido que se acercaba por detrás de su espalda vulnerable indicaba que un depredador los acechaba. Así que podríamos estar hablando de otra ventaja evolutiva que nos diferencia del resto de mamíferos.

En cualquier caso, es un hecho que cada una de estas áreas en el hemisferio izquierdo y derecho responden a los sonidos del lado izquierdo. 

Referencias: 

Emotional sounds in space: asymmetrical representation within early-stage auditory areas https://dx.doi.org/10.3389/fnins.2023.1164334

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