Este año el Sol ha entrado en un ciclo de actividad intenso, pero eso no es nada comparado con lo que era capaz de hacer cuando era más joven. Científicos de la Universidad de Yokohama, en Japón, aseguran que una vez envió superllamaradas al espacio cada dos días. Algunas de ellas se perdieron en el cosmos, pero otras llegaron a la atmósfera primitiva de la Tierra para crear los componentes básicos de la vida.
Así que todo podría haber iniciado con un Sol bebé que pataleó y se enojó como cualquier niño pequeño.
“Por primera vez, hemos encontrado una pista importante sobre cómo y por qué llegamos aquí. Esto podría ayudar también a los astrónomos a identificar vida en otros lugares”.
Kensei Kobayashi de la Universidad Nacional de Yokohama
Llamaradas de vida en la Tierra

Durante mucho tiempo, los científicos han pensado que la radiación puede formar aminoácidos al interactuar con las moléculas, el calor y el agua. Esto debido a que, en 1953, un experimento demostró que los gases en la atmósfera primitiva producían moléculas de vida cuando entraban en contacto con chispas.
Sin embargo, en aquel entonces se decía que la atmósfera primitiva de la Tierra estaba infundida con grandes cantidades de metano, amoníaco, vapor de agua e hidrógeno molecular. Es decir, contaba con todos los ingredientes necesarios para la formación de aminoácidos cuando no era cierto.
Investigaciones posteriores demostraron que la atmósfera de la Tierra no era rica en metano y amoníaco. Al contrario, dominaban gases como el dióxido de carbono y el nitrógeno molecular debido a la actividad volcánica. Entonces, la única explicación posible para la aparición de estas moléculas sería algo ajeno pero cercano a la Tierra: el Sol.
“El mal humor del Sol en sus primeros años de vida podría haber compensado las carencias, azotando a la Tierra con superllamaradas que desencadenaron reacciones químicas y moléculas prebióticas”.
Kensei Kobayashi
Para sustentar su teoría, los investigadores japoneses simularon atmósferas hipotéticas de la Tierra primitiva. Estas mezclas se colocaron en una cámara, donde se sometieron a irradiación de protones, para imitar el efecto de las erupciones solares. Fue entonces cuando, al bombardear la atmósfera primordial con partículas solares simuladas, los investigadores obtuvieron aminoácidos y ácidos carboxílicos: dos de los ingredientes esenciales para las proteínas y la vida.
Partículas de las rabietas solares
Los efectos fueron fascinantes. El equipo encontró que las partículas solares simuladas produjeron aminoácidos y ácido carboxílico con una mezcla de solo 0,5% de metano. Por lo tanto, esto sugiere que la actividad solar desenfrenada podría haber jugado un papel importante en los orígenes de la vida.
Aunque la Tierra primitiva estaba cerca de un Sol joven y bastante débil, aún así había probabilidades de partículas solares. Las tasas de producción de aminoácidos y ácidos carboxílicos observadas con esta radiación de protones superan significativamente las tasas de producción de estas moléculas a través de rayos cósmicos y descargas de chispas.
¿Qué significa esto? Esencialmente que, de todas las teorías sobre el origen de la vida en la Tierra, esta es la más probable por ahora. Después de todo, con un 15% más de metano, la producción de aminoácidos se elevaría al punto que se requería para la síntesis de las moléculas más importantes en diversos entornos acuáticos.
¿El Sol pudo encender la vida en otros planetas?

La Tierra es el único lugar del Universo en el que sabemos con certeza que existe vida. Sin embargo, no sabemos por qué hace unos 4 mil millones de años la química compleja comenzó a autorreplicarse como lo hizo. Si un Sol bebé fue el origen de nuestras moléculas básicas, es posible que también hubiera sido el catalizador de otras formas de vida en planetas como Marte.
Por ejemplo, el rover Curiosity de la NASA encontró abundantes nitratos en la superficie del Planeta Rojo. Esto sugiere que la fijación de nitrógeno fue relativamente eficiente alguna vez en Marte, al igual que en la Tierra que más tarde vio crecer a organismos unicelulares similares a las bacterias.
“El comportamiento inicial del Sol, a primera vista, no parece propicio para las condiciones propicias para la vida. No solo estaba muy malhumorado, sino que era más frío y tenue, con solo el 70% de su producción actual. Pero pudo haber contribuido a mezclar gases en la atmósfera primitiva”.
Kensei Kobayashi
Así que no es absurdo suponer que las rabietas solares de nuestro astro dieron lugar a otras formas de vida como la nuestra.
Referencias:
Formation of Amino Acids and Carboxylic Acids in Weakly Reducing Planetary Atmospheres by Solar Energetic Particles from the Young Sun https://doi.org/10.3390/life13051103