Tener una mascota peluda en casa es una pesadilla si eres alérgico a ella. Cada caricia puede causar desde estornudos hasta congestión y secreción nasal, ojos rojos o dolor de cabeza. Es por eso que, a menudo, los dueños de perros y gatos temen desarrollar repentinamente una alergia a sus mejores amigos.

Pero hoy en día ya no es necesario sufrir por una rinitis alérgica, comúnmente conocida como fiebre del heno. Existe una terapia que puede aliviar significativamente los síntomas o incluso curar esta alergia. Estamos hablando de la hiposensibilización, un método que se empezó a usar en 1911 para reeducar el sistema inmunológico y hacer que “acepte” cosas como el pelo o la caspa.

La hiposensibilización funciona así: el cuerpo de una persona alérgica se expone a cantidades muy pequeñas del alérgeno, y luego gradualmente mayores, hasta que el sistema inmunitario determina que no son realmente peligrosos. Es un método seguro siempre que sea administrado y monitoreado por un profesional.

Sin embargo, debes tener en cuenta que el sistema inmunitario aprende lentamente: volver a entrenarlo puede tardar entre dos y tres años. Por lo tanto, es posible que no puedas estar en la misma habitación que tu mascota por un tiempo. 

¿Cómo es esta inmunoterapia contra la alergia a las mascotas?

Médico preparando una vacuna / Vía Pexels

La hiposensibilización no se trata de estar expuesto a animales peludos. En realidad se basa en introducir los alérgenos en el organismo de forma controlada: bien sea con inyecciones debajo de la piel (inmunoterapia subcutánea) o con gotas o comprimidos disueltos debajo de la lengua (inmunoterapia sublingual).

El efecto de ambos métodos es casi el mismo, tanto para gatos como para perros. Se estima que entre el 70 y el 80 por ciento de las personas que se someten a esta terapia apenas notan síntomas una vez que la completan. Sin embargo, hay una sutil diferencia en el método: 

  • Las inyecciones contra la alergia a las mascotas requieren visitar a un médico semanalmente, al menos al comienzo del tratamiento. Luego, digamos, cada cuatro semanas para asegurar la reeducación del sistema inmune.
  • En cambio, las tabletas y gotas se toman bajo supervisión médica la primera vez pero luego se pueden continuar en casa. 

Así que es importante tomar esto en cuenta al momento de elegir el tipo de hiposensibilización. Por lo general, las primeras mejoras se ven después de tres o cuatro meses. Entonces, si eres alérgico a un gato, a partir de ese momento podrás cargarlo sin estornudar. Y a medida que avance el tratamiento verás como otros síntomas desaparecen.

¿La hiposensibilización es la mejor opción?

Niña con alergia / Vía Freepik

Sí, al menos por ahora. Una vez que se completa un tratamiento de tres años, el efecto suele durar varios años más. Además, la hiposensibilización reduce el riesgo de la propagación potencialmente peligrosa de los síntomas desde las vías respiratorias superiores hasta las inferiores. Algo sumamente importante ya que una rinitis alérgica no tratada puede convertirse en asma bronquial o una dificultad respiratoria mortal.

No obstante, por más eficaz que sea la terapia, eso no significa que la alergia esté curada para siempre. Es posible que los síntomas regresen después de algunos años, en cuyo caso habrá que volver a “reentrenar” el sistema inmune. 

Hasta ahora, los ensayos clínicos han estimado que la hiposensibilización brinda entre tres y diez años de inmunidad. Aunque, eso sí, puede causar efectos secundarios si no se administra correctamente, como un shock anafiláctico.

Este riesgo es la razón principal por la que la inmunoterapia a menudo no se recomienda para las alergias a las mascotas. En especial porque, a diferencia de los casos de alergia al polen, los pacientes continúan viviendo con sus mascotas por lo que su exposición a los alérgenos no es controlable.

“Las personas que no tienen un animal en casa pero sufren por los mismos alérgenos que los dueños de mascotas son el objetivo de esta terapia. Estas son las personas a las que nos vendría bien ayudar”.

Margitta Worm, alergóloga en la Universidad Charité de Medicina de Berlín

Sin embargo, aunque conlleva riesgos, es el método más eficaz para reducir la cantidad de alérgenos en el hogar de un perro o un gato. 

El consejo de los profesionales médicos en estos casos es unánime: lo mejor es encontrarle un nuevo hogar al animal porque las probabilidades de que desaparezca una alergia son pocas. Pero decir adiós a un amigo animal es un pensamiento insoportable para muchas personas alérgicas, así que la hiposensibilización podría ser una buena opción. 

Referencias: 

Allergic to Your Pet? This Immunotherapy May Help https://www.scientificamerican.com/article/allergic-to-your-pet-this-immunotherapy-may-help/

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