En el Cuerno de África, las lluvias estacionales han sido insuficientes año tras año, dejando a millones de personas en una grave escasez de alimentos y a punto de morir de hambre. La sequía actual se cree que es la peor en décadas y un nuevo análisis ha encontrado que el cambio climático causado por el hombre es responsable de ello. Un grupo internacional de investigadores ha tratado de determinar el papel del cambio climático en esta crisis utilizando la iniciativa World Weather Attribution (WWA).
Este equipo ha analizado las tendencias en las observaciones meteorológicas a lo largo del tiempo y ha utilizado modelos informáticos para comparar el clima actual con uno sin el aumento de temperatura de 1,2 grados centígrados que el mundo ha experimentado desde finales del siglo XIX. Aunque la sequía agrícola resultante tiene múltiples factores, el análisis de los cambios en los patrones de precipitación y en la evapotranspiración ha permitido al equipo identificar la huella del cambio climático en esta crisis. Aunque la región ha sufrido sequías antes, esta actual es la peor en décadas y la más devastadora.

Sequía y cambio climático en el Cuerno de África
El equipo de investigadores ha determinado que el cambio climático es un factor importante en la escasez de precipitaciones en el Cuerno de África. En concreto, el análisis reveló que las lluvias largas tienen el doble de probabilidades de experimentar lluvias escasas en el clima actual. Mientras que las lluvias cortas se están volviendo más húmedas. Sin embargo, un evento de La Niña inusualmente duradero en los últimos años anuló esta tendencia. Además, las temperaturas más altas provocaron una mayor evaporación, lo que contribuyó a la sequía agrícola. Según los investigadores, es probable que estas condiciones continúen en el futuro. Esto podría llevar a sequías aún más severas en el Cuerno de África.
A pesar de que los países afectados por la sequía en el Cuerno de África han hecho poco para contribuir a la crisis climática, el futuro de la región parece cada vez más seco. El análisis indica que la baja precipitación y las temperaturas más altas están aumentando la evaporación y empeorando la sequía. Por eso se espera que continúe en el futuro. Aunque la región es particularmente difícil de estudiar debido a la escasez de datos meteorológicos y la compleja climatología, los miembros del equipo subrayan que la sequía es solo una de las muchas amenazas que enfrentan las comunidades en la región.
El conflicto, la pandemia de COVID-19, la deforestación y la inseguridad alimentaria están contribuyendo a la vulnerabilidad de los agricultores y pastores. Esto lleva a la migración y los brotes de enfermedades. Para abordar los impactos de la sequía, se necesitan múltiples opciones y esfuerzos para preparar a las comunidades para lo peor. Por ejemplo, mediante alertas tempranas y acceso a cultivos y razas de ganado resistentes a la sequía.
Referencias:
Deadly African Drought Wouldn’t Have Happened without Climate Change: https://www.scientificamerican.com/article/deadly-african-drought-wouldnt-have-happened-without-climate-change/