La idea de que las drogas alimentan nuestra imaginación está íntimamente arraigada al imaginario colectivo. Después de todo, se dice que grandes figuras como Steve Jobs o William Shakespeare cosecharon sus mayores éxitos bajo la influencia de los narcóticos. Pero no hay que dejarnos llevar por estas ideas: si quieres expandir tu imaginación hasta límites insospechados, las drogas son la peor forma de hacerlo.

En su lugar, los expertos recomiendan llevar a cabo la meditación mindfulness o de atención plena. Es decir, ejercicios de observación consciente y exploración corporal para comprender todo lo que acontece tanto en el interior como en el exterior.

Si estás preguntando por qué, la respuesta es sencilla. Un estudio psicológico de la Universidad de Essex ha revelado que las drogas recreativas realmente no producen cambios en el cerebro que puedan vincularse con una mayor imaginación. Si bien muchas personas aseguran sentirse más creativas después de consumir ciertas sustancias, esta es solo una percepción producida por los efectos narcóticos. 

En pocas palabras, no podemos esperar que nuestra musa aparezca después de ingerir LSD o cannabis porque eso no pasará. Si de verdad queremos una buena idea, necesitamos atención y conciencia plena.

La meditación es el mejor “estimulante”

De acuerdo con el nuevo estudio, publicado recientemente en Psychology of Aesthetics, Creativity, and the Arts, la meditación y la exposición cultural son métodos más efectivos que las drogas porque mejoran el pensamiento divergente. 

El pensamiento divergente es lo opuesto al pensamiento convergente, ya que implica más creatividad. A través de él podemos relacionar conceptos y explorar diferentes alternativas para resolver un problema, lo cual fomenta nuestra imaginación.

Los investigadores mostraron que las técnicas mentales activan este proceso creativo estudiando a más de 4.500 participantes. Durante varios meses, ellos analizaron 12 métodos distintos para estimular la mente divididos en dos categorías: los de entrenamiento y los de manipulación cognitiva. 

El segundo grupo, constituido por los narcóticos y psicoestimulantes, no mostró ningún resultado creativo al final del estudio. Solo el primer grupo, integrado por las formaciones de carácter complejo, la meditación y la exposición cultural, tuvo un impacto en los participantes. 

“Descubrimos que las actividades de atención plena como la meditación y el pensamiento abierto impulsaron la creatividad a corto plazo. También encontramos que visitar diferentes países y experimentar sus culturas inconscientemente expande horizontes”.

Paul Hanel, psicólogo en la Universidad de Essex 

Por tal motivo, los autores consideran que las sesiones de meditación mindfulness y otras técnicas conscientes podrían estimular nuestra imaginación a límites insospechados.

La imaginación es como un músculo

Mujer sentada sobre ilustraciones abstractas / Vía Pexels

Estos hallazgos sugieren que la creatividad se puede mejorar en un 70.09% con ejercicios guiados. Por lo tanto, no es recomendable consumir narcóticos para tener una gran idea. 

La imaginación realmente actúa como un músculo: si no se pone en práctica, se deteriora. Es por eso que la constancia y el pensamiento consciente es tan importante en estos casos: siempre que sepamos cómo estimular nuestra mente, podemos producir piezas únicas.

«Aunque alguna vez pareció el dominio exclusivo de los artistas, la creatividad está en todas partes en el mundo moderno. La imaginación no es una habilidad que se aprende y luego se aplica, es más un ajuste situacional entre la mentalidad cognitiva y el reto creativo. Debemos meditar para poder controlar estos pensamientos a voluntad”.

Jennifer Haase, de la Universidad Humboldt de Berlín

Como podemos ver, las conclusiones del estudio son sólidas en lo que respecta a la creatividad e imaginación. No necesitamos drogas para escribir una obra maestra o diseñar un producto que se vuelva viral en las redes sociales. En realidad, es más fácil encontrar una musa mientras hacemos ejercicios de mindfulness en casa.

Referencias: 

Creativity enhancement methods for adults: A meta-analysis https://dx.doi.org/10.1037/aca0000557

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