Un nuevo estudio revela que los humanos pueden percibir una mayor gama de tonos azules que los monos. Por lo tanto, las conexiones encontradas en la retina humana indican adaptaciones evolutivas recientes. Estas servirían para enviar señales de visión de color mejoradas desde el ojo al cerebro. Este estudio fue dirigido por Yeon Jin Kim e Dennis M. Dacey, ambos en el Departamento de Estructura Biológica de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington en Seattle. Además participaron científicos de Austria y Australia.
Los científicos compararon las conexiones entre las células nerviosas transmisoras de color en las retinas de los humanos con las de dos monos. Uno de ellos el macaco del Viejo Mundo y el otro, el tití común del Nuevo Mundo. Utilizando un método de reconstrucción microscópica a escala fina, los investigadores querían determinar si el cableado neural de las áreas asociadas con la visión del color se conserva en estas tres especies, a pesar de que cada una sigue sus propias vías evolutivas independientes.

Visión: diferencias entre humanos y monos
Los científicos observaron las células cónicas de detección de ondas de luz de la fóvea de la retina. Este pequeño hoyuelo está densamente lleno de células cónicas. Es la parte de la retina responsable de la agudeza visual nítida necesaria para ver detalles importantes, como las palabras en una página o lo que hay adelante mientras conduce, y de la visión del color.
Las células cónicas vienen en tres sensibilidades: longitudes de onda corta, media y larga. La información sobre el color proviene de circuitos neuronales que procesan información a través de diferentes tipos de conos.
Los investigadores descubrieron que cierto circuito de cono sensible al azul o de onda corta que se encuentra en los humanos está ausente en los titíes. También es diferente al circuito visto en el mono macaco. No se esperaban otras características que los científicos encontraron en las conexiones de las células nerviosas en la visión del color humano, basándose en modelos anteriores de visión del color de primates no humanos.

Circuitos neuronales y percepción del color
Esta investigación es interesante porque nos brinda una mejor comprensión de los complejos circuitos neuronales específicos de la especie que codifican la percepción del color. Ello podría eventualmente ayudar a explicar los orígenes de las cualidades de la visión del color que son distintas a los humanos.
Los investigadores también mencionaron la posibilidad de que las diferencias entre los mamíferos en sus circuitos visuales pudieran haber sido determinadas, al menos parcialmente, por su adaptación conductual a los nichos ecológicos. Los titíes viven en los árboles, mientras que los humanos prefieren vivir en la tierra. La capacidad de detectar frutas maduras entre la luz cambiante de un bosque, por ejemplo, puede haber ofrecido una ventaja selectiva para un circuito visual de color particular. Sin embargo, aún no se han establecido los efectos reales del entorno y el comportamiento en los circuitos de visión del color.
Según los investigadores, los estudios comparativos de los circuitos neuronales a nivel de conexiones y señalización entre células nerviosas tienen un alcance más amplio. Estos estudios podrían proporcionar respuestas a una amplia variedad de preguntas, incluyendo la comprensión de la lógica subyacente del diseño de los circuitos neuronales y cómo la evolución ha influido en el sistema nervioso para moldear la percepción y el comportamiento.
Referencias:
Comparative connectomics reveals noncanonical wiring for color vision in human foveal retina: https://doi.org/10.1073/pnas.2300545120