Poco antes de la muerte, el cerebro registra una insólita actividad neuronal en los lóbulos temporal, parietal y occipital. Estas tres regiones recubren el encéfalo y están vinculadas con los estados alterados de consciencia, es decir, aquellos estados neurológicos que experimentamos durante la vigilia. Entonces, es probable que podamos oír, ver y sentir en nuestros últimos minutos de vida.

La idea de que la vida pasa ante tus ojos antes de morir y las hipótesis sobre ver una luz al final del túnel siempre han caído en el terreno de la especulación. Hay personas que eligen creer en ello, mientras que otras afirman que un cerebro moribundo irremediablemente pierde la capacidad de reconocerse a sí mismo. Pero poco a poco la ciencia ha ido comprobando estas especulaciones con evidencia física. 

Ahora un equipo de investigadores estadounidenses confirma que el cerebro produce una actividad neuronal similar a la conciencia antes de morir. Por lo tanto, esto podría ser un indicio de que, al menos durante un corto periodo de tiempo, nuestros recuerdos y pensamientos sobreviven a la muerte.

Un cerebro moribundo pero activo 

Cerebro moribundo / Vía Pexels

Análisis previos en animales ya habían demostrado que los paros cardíacos desencadenan una oleada de actividad cerebral de frecuencia gamma, que está asociada con el procesamiento consciente. Sin embargo, esta teoría nunca se probó en humanos. 

Es por eso que los investigadores decidieron examinar las lecturas de electroencefalografía (EEG) tomadas de pacientes que fallecieron en la unidad de cuidados neurointensivos. Estas personas estaban en coma y no respondían a estímulos después de sus ataques cardíacos, por lo que la muerte podía llegar en cualquier momento.

Teniendo esta posibilidad en mente, se instaló un dispositivo para medir las ondas cerebrales en tiempo real. Fue entonces cuando los investigadores detectaron un aumento en la frecuencia cardíaca y en la actividad de las ondas gamma de dos pacientes que experimentaron muerte cerebral. 

Esta actividad se detectó precisamente en la “zona caliente” que gestiona los recuerdos, la visión y el movimiento cuando estamos despiertos y activos. Por lo tanto, sí, hay rastros de conciencia en los cerebros moribundos.

¿Una experiencia o un simple estímulo?

Neuronas / Vía Pixabay

Los investigadores no pudieron confirmar si alguno de los pacientes vio una luz blanca o algún otro fenómeno consciente, ya que ninguno de ellos sobrevivió. Pero están convencidos de que las firmas neuronales observadas corresponden con una experiencia consciente.

¿Qué quiere decir esto? Pues que debieron ver o sentir algo similar a lo que han relatado los supervivientes a situaciones cercanas a la muerte: reencuentros con fallecidos o sensaciones extracorporales.

«Los hallazgos observados son emocionantes y proporcionan un nuevo marco para nuestra comprensión de la conciencia encubierta en los humanos moribundos».

Sam Parnia, profesor en la Universidad Estatal de Nueva York

Este tipo de conciencia durante la muerte podría ser una reacción de supervivencia, lo que abre la puerta a nuevas especulaciones sobre un estado de consciencia que trasciende la muerte. Pero también podría ser solo el estímulo final de un cerebro moribundo. Eso es algo que tendrá que comprobarse en futuros estudios.

Lo único seguro por ahora es que la consciencia humana puede continuar existiendo al menos unos segundos después de que el corazón deja de latir.

Referencias:

Neurophysiological coupling and connectivity of gamma oscillations in the dying human brain https://doi.org/10.1073/pnas.2216268120

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