Un nuevo estudio publicado en la revista Nature Medicine sugiere que los adultos jóvenes que tienen múltiples enfermedades mentales pueden compartir una «firma» neurológica común. El estudio se basa en un concepto conocido como «factor de psicopatología general» o factor p. Este es un patrón constante de características psiquiátricas observadas en pacientes con múltiples trastornos mentales. Sin embargo, el factor p no explica si estos patrones de comportamiento tienen una base neurológica. Por lo que pueden vincularse a características estructurales o funcionales del cerebro.
En el nuevo estudio, los investigadores crearon una contraparte neurobiológica del factor p que denominan factor neuropsicopatológico (NP). Usando datos de un gran grupo de adolescentes seguidos hasta la edad adulta, los investigadores identificaron patrones específicos de conectividad cerebral vinculados a síntomas de trastornos psiquiátricos.

FMRI revela factor NP en adolescentes
Para encontrar el factor NP de los participantes, los investigadores se basaron en imágenes de resonancia magnética funcional (fMRI). Estas es una técnica que mide la actividad cerebral a lo largo del tiempo. Usando estos escáneres cerebrales, los investigadores evaluaron patrones de conectividad funcional (FC), una medida de la fuerza de las conexiones entre diferentes regiones del cerebro, en los cerebros de los adolescentes. Luego observaron cómo estos patrones se asociaron con síntomas de comportamiento relacionados con ocho trastornos mentales diferentes.
Cuatro de los trastornos eran «externalizantes», o trastornos en los que los comportamientos asociados tienden a estar relacionados con las interacciones con los demás o el entorno. Entre ellos el trastorno del espectro autista, el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), el trastorno de conducta y el trastorno negativista desafiante. Los otros cuatro eran trastornos de interiorización, cuyos efectos tienden a dirigirse hacia el interior, hacia uno mismo. Estos incluyeron trastorno de ansiedad generalizada, depresión, trastornos alimentarios y fobias específicas.
Para calcular el factor NP, los investigadores usaron un modelo para ver qué patrones de FC parecían estar vinculados a «comportamientos de riesgo tanto externalizados como internalizados». En otras palabras, la presencia de esta «firma cerebral» conectiva podría usarse para predecir si una persona estaba en alto riesgo para ambos conjuntos de comportamientos. El equipo estableció el factor NP a los 14 años. Luego validó su trabajo comprobando si este patrón era predictivo de los comportamientos de los participantes a los 19 años.

Factor NP y su relación con la conectividad cerebral y enfermedades mentales
En comparación con aquellos con factores NP bajos o promedio, los participantes con factores NP altos mostraron una mayor conectividad en varias áreas de la corteza prefrontal, un área en la parte frontal del cerebro involucrada en la planificación, la toma de decisiones y la memoria de trabajo.
Los investigadores utilizaron datos genéticos, de comportamiento y de escaneo cerebral de diferentes conjuntos de datos para validar el factor NP. Descubrieron que aquellos con un factor NP alto estaban más asociados con múltiples diagnósticos de enfermedades mentales y con portar una variante genética que podría estar relacionada con la adhesión sináptica.
Los participantes con factores NP altos no mostraron los patrones típicos de «poda» sináptica durante la adolescencia, lo que sugiere que la hiperconectividad en su circuito cerebral podría estar relacionada con la mutación del gen relacionado con la adhesión sináptica. Si se valida en futuros estudios, el factor NP podría ser útil tanto para investigar los factores de riesgo subyacentes de enfermedades psiquiátricas como para evaluar a los pacientes en la clínica, según el profesor de psiquiatría Stephen Glatt.
Referencias:
A shared neural basis underlying psychiatric comorbidity: https://doi.org/10.1038/s41591-023-02317-4