Hay muchos casos insólitos de aprendizaje, desde personas que dominan un nuevo idioma en un par de meses hasta jóvenes que logran programar antes de cumplir la mayoría de edad. Y aunque no nos guste admitirlo, solemos pensar que estos prodigios aprenden más rápido que nosotros. Pero eso no es del todo cierto.

En las condiciones adecuadas, todos los seres humanos aprenden a un ritmo notablemente similar. Así lo indican los investigadores de la Universidad Carnegie Mellon en un nuevo estudio sobre tecnologías educativas. Ellos esperaban identificar a los estudiantes rápidos del aula para poder analizarlos y desarrollar técnicas que pudieran ayudar a los estudiantes más lentos. No obstante, durante su investigación descubrieron que no había “tales estudiantes”.

Sus hallazgos no solo desmienten la idea que mejores recursos aceleran la comprensión de nuevos conceptos, lo que llamamos aprendizaje rápido, también revelan por qué algunas personas aprenden más ágilmente que otras. 

Mitos y realidades del aprendizaje

Libro abierto / Vía Pexels

Los investigadores examinaron 1,3 millones de interacciones de estudiantes de diferentes tipos de tecnologías educativas, incluidos tutores inteligentes, cursos en línea y juegos educativos. Estos datos procedían del Repositorio de Ciencias del Aprendizaje DataShop y señalaban a las personas que dominaban nuevos conceptos y a las que no. 

Al analizar todos los perfiles, se descubrió una brecha en el rendimiento. Mientras que algunos estudiantes tenían la oportunidad de poner en práctica este aprendizaje, otros ni siquiera tenían acceso a los recursos necesarios. En consecuencia, había personas con mayor rendimiento y personas que parecían aprender más lento. No obstante, esta era solo una ilusión causada por la diferencia de oportunidades.

Por lo tanto, proporcionar condiciones similares de estudio ayudaría a romper definitivamente con el mito del aprendizaje rápido. 

“Esta es una confirmación más de que estas tecnologías educativas pueden facilitar el aprendizaje de algo nuevo, como un segundo idioma o un concepto científico o matemático”.

Ken Koedinger, profesor de informática en la Universidad Carnegie Mello

La “rapidez” no es lo único a tomar en cuenta

Niño genio / Vía Pexels

Todos hemos visto casos en los que alguien llega a un resultado de aprendizaje más rápido que su compañero. El mejor ejemplo de esto es cuando un estudiante obtiene una A en álgebra y otro estudiante una C. Ahora bien, son pocos los que se preguntan dónde comenzó esa brecha. Usualmente lo que hacen es recomendar más horas de estudio o alguna técnica que promete acelerar el proceso.

Por lo tanto, estos hallazgos plantean una nueva forma de abordar el problema al desmentir la creencia de que hay estudiantes “rápidos” y “lentos”.

Si los educadores entienden de dónde parten sus estudiantes, pueden ayudarlos a ponerse al día con sus compañeros dándoles más oportunidades para practicar el material. Por ejemplo, podrían incorporar un tutor cognitivo que pueda brindar comentarios instantáneos sobre la tarea. 

“Tenemos varios estudios que muestran que cuando un estudiante está trabajando activamente, tiende a hacerlo mejor que si solo está leyendo pasivamente los materiales”.

Ken Koedinger
Persona escribiendo / Vía Pexels

Cabe destacar que los datos utilizados en este estudio fueron de estudiantes de primaria a cursos universitarios en matemáticas, ciencias y lenguaje. Aunque sus resultados pueden extrapolarse a todo tipo de estudiantes, incluyendo adultos. Después de todo, muchos expertos respaldan la idea de que la información se queda con los estudiantes por más tiempo si participan activamente mientras aprenden. Esto especialmente cuando la experiencia está respaldada por los tipos de tecnología educativa utilizados en este estudio.

“Nuestros resultados no contradicen que las personas terminan en diferentes lugares, hay personas que aprenden más rápido que otras. Pero tener en cuenta dónde comienza la brecha puede decirnos mucho sobre dónde terminarán”.

Ken Koedinger

En conclusión…

Quizás hayas tenido menos oportunidades que otros, por lo que aprender algo nuevo puede ser más difícil al principio. Pero acabarás dominando esos conocimientos tanto como cualquier otra persona.

Referencias:

An astonishing regularity in student learning rate https://doi.org/10.1073/pnas.2221311120

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