Los caballitos de mar despiertan en nosotros mucha ternura y, en ocasiones, compasión. Pero eso es porque no los hemos visto devorando pequeños crustáceos en las aguas tropicales.
Como carecen de dientes, estos animales succionan la comida usando su larga trompa ósea. Algo extremadamente inusual ya que no se mueven en absoluto. Solo inclinan la cabeza y tensan dos tendones similares a resortes en su mandíbula para así absorber todo a su paso: agua, algas, crustáceos o burbujas. Esto a un ritmo aproximadamente ocho veces mayor de lo que podrían con solo el esfuerzo muscular.
Así lo explican los investigadores de la Universidad de Tel Aviv en Israel y el Instituto de Tecnología de Rochester quienes, además, han catalogado al caballito de mar como el animal con el “trago” más poderoso.
Una forma inteligente y aterradora de comer
Los hipocampos han intrigado a los científicos desde hace décadas. A pesar de que son pequeños y lentos, pueden tragar rápidamente su comida y bebida dejando más tiempo para otras actividades cotidianas. Entre ellas, el apareamiento con sus parejas.
Si bien se sabía que no masticaban su comida, nadie sospechaba que estos animales tuvieran el equivalente a un resorte en sus bocas. Sin embargo, los investigadores lo han confirmado calculando la potencia requerida para “absorber” un bocado en el océano.

Los resultados sugieren que los caballitos de mar tienen un sistema de articulación de cuatro barras que ayuda a transmitir energía a sus cabezas. Una de las barras del sistema no es rígida, más bien está formada por un hueso y un complejo tendón-músculo que puede almacenar energía elástica. Entonces, al estirarse, genera un flujo de succión mucho más rápido que el de otros peces.
“El sistema por resorte mediado por pestillo (LaMSA) usa músculos fuertes para estirar una parte elástica, que luego se bloquea en su lugar hasta que llega el momento de soltarla toda de una vez. Es como si tuvieran una resortera en la boca”.
Roi Holzman, zoólogo en la Universidad de Tel Aviv
Lo curioso de todo esto es que el sistema LaMSA se encuentra principalmente en insectos y otros animales sin columna vertebral. No es común en los peces, por lo que esto vuelve al caballito de mar una especie aún más exótica.
Succión y absorción
No está claro si estos mecanismos son una adaptación biológica o un sistema que siempre estuvo allí. Después de todo, los caballitos de mar (Hippocampus sp.) son miembros de la familia de peces de mandíbula fusionada Syngnathidae, entre los que se incluye a los dragones marinos frondosos y a los peces pipa. Dos animales que atrapan a sus presas girando sus largos hocicos hacia arriba, utilizando también un tendón elástico. Sin embargo, no parecen poseer la misma potencia de succión que el caballito de mar.
Estas adorables criaturas, por llamarlas de alguna forma, pueden atrapar presas escurridizas en menos de tres segundos. Aquí les dejamos un ejemplo.
A través de la piel semitranslúcida de un ejemplar, los investigadores pudieron ver un segundo tendón debajo de la barbilla que podría darle más poder a la mandíbula. Por lo tanto, estamos hablando de un complejo músculo-tendón de doble resorte.
Esto significa que el sistema LaMSA del caballito de mar funciona con dos tendones, que trabajan juntos para acelerar la rotación de la cabeza y aumentar la succión de fluido. Eso lo diferencia de otros animales como las pulgas y las hormigas trampa,
que son capaces de saltar y atrapar presas gracias a un sistema LaMSA en sus patas.
Además, el poder de succión de un caballito de mar es aproximadamente tres veces mayor que el de cualquier músculo vertebrado.
Entonces, es evidente que estas pequeñas criaturas no son tan adorables e inofensivas como pensamos. En realidad, deben tener muchos otros mecanismos aterradores que no hemos encontrado.
Referencias:
A power amplification dyad in seahorses https://doi.org/10.1098/rspb.2023.0520