Aunque la Luna parezca estática desde nuestra ventana, en realidad se está moviendo cada vez más lejos de la Tierra. Concretamente, a unos 3,78 centímetros por año.
Los científicos determinaron la velocidad a la que la Luna se aleja con la ayuda de los paneles reflectantes que la NASA colocó allí durante las misiones Apolo. Ellos estiman que este alejamiento empezó hace unos 2500 años aproximadamente, y seguirá durante otro par de millones de años más. Por lo tanto, puede que algún día perdamos de vista al satélite.
No obstante, también podría darse el caso de que la Luna no abandone la Tierra y sea borrada una vez que el Sol se vuelva una esfera gigante de fuego. Revisemos los hechos.
Con o sin satélite

La Luna se está alejando de la Tierra debido a la fricción que ejerce cada uno de estos cuerpos rocosos sobre el otro. La atracción gravitacional del satélite obliga a los océanos de la Tierra a moverse hacia ella, lo que ralentiza la rotación del planeta. Y la gravedad terrestre a su vez provoca efectos de marea similares en la Luna, lo que hace que el satélite adopte la forma de una pelota de fútbol.
Estas fuerzas no solo alteran los cuerpos, también trabajan para alejar a la Luna de la Tierra.
«A medida que la Tierra se ralentiza, para que se conserve el momento angular, algo tiene que aumentar el momento angular del sistema. ¿Qué aumenta el momento angular? Un objeto en órbita como la Luna que se aleja».
David Trilling, presidente del Departamento de Astronomía de la Universidad del Norte de Arizona
La Tierra y la Luna son parte del mismo sistema de interacción gravitacional. En este sentido, su momento angular, descrito como la energía contenida por algo que está girando, debería permanecer igual entre los dos. No obstante, esto depende de la distancia a la que se encuentra del centro del sistema. Mientras más lejos significa que el momento angular del sistema aumenta, mientras más cerca significa que su momento angular disminuye.
Esto quiere decir que la Luna y la Tierra nos siguen una órbita regular. Entonces, en unos 5.000 millones de años, el satélite se habrá alejado otros 189.000 km aproximadamente.
¿Adiós a la Luna?

Pero esto no quiere decir que perderemos nuestra Luna irremediablemente. Hoy en día los efectos de las mareas están reduciendo la velocidad a la que gira el satélite sobre su eje, lo que hace que se «bloquee». Es por eso que siempre vemos la misma cara de la Luna desde la Tierra.
Sin embargo, esta clase de dinámica ha existido desde el principio de los tiempos. Nuestro satélite probablemente se formó a partir de escombros que resultaron de un choque entre el planeta y un objeto del tamaño de Marte. En ese momento, las fuerzas de las mareas ayudaron a llevar al satélite a su distancia promedio actual: 384 400 kilómetros aproximadamente.
Por lo tanto, existe la posibilidad de que este “bloqueo” mantenga a la Luna en una posición ligeramente cercana. Eso sí, en condiciones normales. Si dentro de unos 5.000 millones de años, el Sol se hincha y comienza a ejercer presión para convertirse en una estrella gigante roja, la conexión Tierra-Luna se interrumpirá con total seguridad.
Así que, en resumen, es probable que perdamos la cercanía con la Luna con el paso del tiempo. Quizás no al punto de perderla de vista, pero sin duda notaremos algunos cambios si somos fanáticos de las lunas rojas o las superlunas.
Referencias:
Will Earth ever lose its moon? https://www.livescience.com/space/the-moon/will-earth-ever-lose-its-moon
Moon in Motion https://moon.nasa.gov/moon-in-motion/tidal-locking/