La estimulación cerebral profunda (DBS, por sus siglas en inglés) es una técnica experimental de tratamiento para pacientes con depresión severa que no han respondido a otros tratamientos. Esta técnica implica la implantación de un dispositivo en el cerebro para estimular un circuito específico y probar su efectividad en pacientes con depresión resistente al tratamiento. Aunque DBS ha demostrado ser eficaz en algunos pacientes, la neuróloga Helen Mayberg, quien ha participado en la colaboración DBS, no cree que sea una solución a largo plazo.

Mayberg, directora del Nash Family Center for Advanced Circuit Therapeutics en la Icahn School of Medicine at Mount Sinai en la ciudad de Nueva York, utiliza la estimulación cerebral profunda para tratar a pacientes con depresión resistente al tratamiento. Esta tecnología experimental ajusta un circuito en el cerebro con un dispositivo implantado. Y se utiliza para probar y comprender la recuperación del tratamiento en pacientes con depresión severa. La depresión resistente al tratamiento es un problema intrínseco del cerebro y debe ser diseccionable y mapeable en una estructura de neurociencia de sistemas, similar a otros trastornos neurológicos.

Estimulación cerebral profunda para tratar depresión resistente al tratamiento

La investigación de la estimulación cerebral profunda requiere un equipo multidisciplinario compuesto por expertos en neurología, neurocirugía, psiquiatría, psicología, neurociencia, ingeniería e informática para tratar a pacientes con depresión resistente al tratamiento. Los pacientes se consideran como resistentes al tratamiento si no responden a múltiples medicamentos y terapias, incluyendo la terapia electroconvulsiva.

La depresión resistente al tratamiento es un trastorno episódico que se caracteriza por una negatividad generalizada e inmovilidad. Esta se puede describir de manera lírica por los pacientes. El equipo utiliza imágenes cerebrales precisas para guiar la colocación de implantes y realizar el seguimiento del progreso de los pacientes a lo largo del tiempo. El tratamiento es experimental y se utiliza como último recurso para pacientes que no han respondido a otras terapias.

El camino hacia la neurociencia que transitó Mayberg se vio influenciado por su amor por la música, las artes visuales y la fotografía. Esto la llevó a buscar patrones en el cerebro. Después de probar diferentes tipos de laboratorios, encontró en la neurología un enfoque de ingeniería para el comportamiento. Su investigación se centró en el mapeo de la depresión en el cerebro. También en cómo cambia el metabolismo cerebral cuando las personas reciben tratamiento con Prozac o placebo.

Rehabilitación de lesiones cerebrales

En su estudio, Mayberg aborda el tema de la neurociencia y la rehabilitación. Destacando la importancia de un enfoque personalizado para el tratamiento de lesiones cerebrales. Compara el proceso de recuperación de un hueso roto con la del cerebro dañado. Y enfatiza la necesidad de considerar cuidadosamente el estado inicial de la anomalía, así como el proceso de reparación y la rehabilitación.

Además, Mayberg destaca el papel de la tecnología en el tratamiento de trastornos cerebrales, señalando el uso de dispositivos invasivos como la estimulación cerebral profunda (DBS) y la necesidad de seguir trabajando en el desarrollo de tratamientos menos invasivos y más accesibles. La seguridad del paciente, destaca la autora, siempre debe ser prioritaria, incluso en situaciones en las que el tratamiento pueda implicar cierto riesgo.

Referencias:

How deep brain stimulation is helping people with severe depression: https://doi.org/10.1038/d41586-023-01375-5

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