A nadie le gusta tener el estómago vacío. El hambre nos hace sentir más débiles y afecta nuestras decisiones, pero eso no es nada comparado a lo que sufren las arañas saltadoras (Salticidae) en la naturaleza. Estas pequeñas criaturas pierden poco a poco su visión cuando tienen hambre.
Biólogos de la Universidad de Cincinnati descubrieron un curioso vínculo entre la agudeza visual y la nutrición de las arañas. Cuando están desnutridas, comienzan a perder los fotorreceptores que les dan tan buena vista. Por lo tanto, se vuelven presas fáciles de cazar a pesar de tener ocho patas articulables y cuatro pares de ojos.
El hambre ciega a las arañas
Para saber si las saltadoras hambrientas tenían problemas de visión, solo había que comprobar si sus fotorreceptores habían muerto. No obstante, este descubrimiento ocurrió por casualidad mientras el equipo examinaba los ojos de las arañas usando un oftalmoscopio hecho a medida en su laboratorio.

Este aparato tomó fotos de su retina y, al hacerlo, dio con unas sospechosas manchas oscuras en algunos de los fotorreceptores de las arañas. A simple vista, parecían similares a las manchas en las personas con degeneración macular, lo que sugería que se habían degenerado durante su vida o desarrollo. No obstante, al analizarlas a fondo, los investigadores comprendieron que estos cambios eran recientes.
La microscopía electrónica confirmó que los fotorreceptores de las saltadoras todavía se estaban muriendo, pero ¿por qué?
Después de descartar lesiones y problemas asociados al experimento, el equipo concluyó que el problema estaba ligado a la desnutrición. Para probarlo, estudiaron a otros dos grupos de arañas en cautiverio: uno alimentado con una dieta normal sin restricciones, y otro que recibió solo medias porciones.
Al cabo de unas semanas, las arañas en el grupo desnutrido perdieron más fotorreceptores que las arañas alimentadas. Esto particularmente en la parte de la retina que tiene la mayor densidad de ellos y que, por ende, es clave para su visión.
Lo que puede hacer un poco menos de comida
Sabemos que todos los órganos necesitan energía para mantenerse activos. Los fotorreceptores son energéticamente costosos, por lo que necesitan muchos nutrientes al día para satisfacer sus necesidades energéticas. Si pierden esa nutrición, el sistema falla irremediablemente. Esa es la conclusión a la que han llegado con estas pobres y hambrientas arañas.

La mácula es la parte del ojo que procesa la información visual directamente a través de los fotorreceptores. Lo interesante aquí es que la degeneración macular en los humanos también tiene evidencia de estar relacionada con procesos metabólicos y problemas con el suministro de energía.
Diversos estudios han sugerido que esta pérdida de visión que, de momento no tiene cura, comienza en los tejidos de apoyo alrededor de los fotorreceptores. Es decir, en aquellos que se alimentan de más nutrientes. Por lo tanto, para las arañas y para los humanos podría ser trágico morirse de hambre.
Sin embargo, aún es pronto para establecer comparaciones entre los problemas de visión de ambos. Se necesitan más estudios para determinar qué nutrientes exactos están involucrados en esta ceguera, y si hay condiciones ambientales a tomar en cuenta. Después de todo, es difícil crear tratamientos contra la degeneración macular usando a las arañas que son comunes en los patios traseros.
Lo único seguro tras analizar estos resultados es que el hambre ciega a las saltadoras, literalmente. Así que la supervivencia de estas pequeñas criaturas depende de que tan bien se alimenten cada día.
Referencias:
Nutrition-induced macular-degeneration-like photoreceptor damage in jumping spider eyes https://dx.doi.org/10.1016/j.visres.2023.108185