La expresión “mente sana, cuerpo sano” es bastante popular hoy en día, pues la usan los psicólogos, los entrenadores personales y los prácticantes de mindfulness durante todas sus sesiones. Muchos dirán que es una simple abstracción, pero la conexión mente-cuerpo es más real de lo que creemos.
Un nuevo estudio de la Universidad de Washington ha confirmado que el cuerpo y la mente están estrechamente conectamos en varias regiones del cerebro. Siendo precisos, dentro de las redes que controlan el pensamiento y funciones corporales involuntarias como la presión arterial y los latidos del corazón. Es por eso que los trastornos de ansiedad y otras enfermedades mentales pueden llegar a afectar el ritmo cardíaco.
Visto lo visto, deberíamos empezar a cuidar nuestro cuerpo para proteger nuestra mente, y viceversa.
Un vínculo real en cuerpo y mente

Los investigadores de este estudio se propusieron verificar las áreas del cerebro que controlan el movimiento, utilizando técnicas modernas de imágenes cerebrales. Para ello, mapearon dichas áreas motoras en unas 50.000 personas que se sometieron a resonancias magnéticas.
Al hacerlo, descubrieron que estimular una tira estrecha de tejido en la mitad del cerebro hace que partes específicas del cuerpo se contraigan. La “tira” de la que hablamos forma parte del córtex motor, un área especializada en la planificación, control y ejecución de acciones.
De hecho, las áreas de control del cerebro están dispuestas en el mismo orden que las partes del cuerpo a las que dirigen: con los dedos de los pies en un extremo de cada tira y la cara en el otro.

A partir de este conjunto de datos, los investigadores construyeron un mapa cerebral con tres puntos de colores. Cuanto más cálido es el color, más densas son las conexiones entre las áreas motoras del cerebro y las áreas involucradas en el pensamiento.
“Parece ser que el lugar donde la parte de tu mente altamente activa y orientada a objetivos se conecta con las partes del cerebro que controlan la respiración y el ritmo cardíaco. Si calmas a una, definitivamente debería tener efectos de retroalimentación en la otra».
Evan M. Gordon, profesor en el Instituto de Medicina Mallinckrodt
Así que estos resultados confirman que hay un vínculo literal entre nuestros pensamientos y nuestras acciones.
Más conexiones inesperadas en el cerebro

El mapa que desarrollaron tiene muchas similitudes con el mapa creado por el neurocirujano Wilder Penfield en 1930, el primero en hablar de la conexión cuerpo-mente. Pero ellos hallaron otras tres áreas que no parecían estar directamente involucradas en el movimiento.
Además, en el nuevo estudio determinaron que las redes no motoras sí se activan cuando la persona piensa en moverse, aunque se vean diferentes a las redes motoras.
Estos resultados podrían ayudar a explicar algunos fenómenos desconcertantes. Como por ejemplo, ¿por qué la ansiedad hace que algunas personas quieran caminar de un lado a otro? ¿O por qué las personas que hacen ejercicio regularmente se sienten más positivas?
Pero, ¿qué sentido tiene la conexión cuerpo-mente?

Hay muchas preguntas en el aire, pero esto confirma definitivamente la creencia de que nuestra mente y nuestro cuerpo no son entidades separadas. Algo que tiene todo el sentido del mundo si pensamos en el rol del cerebro.
Cada vez que nos movemos es por una razón. Nuestra mente siempre piensa cómo comportarse correctamente en el entorno para evitar lastimarse. Por lo tanto, es lógico que las áreas motoras estén conectadas a las redes que controlan nuestros pensamientos.
«Esto puede haber comenzado como un sistema más simple para que no nos desmayemos, por ejemplo, cuando nos ponemos de pie. Pero a medida que nos convertimos en organismos que hacen un pensamiento y una planificación mucho más complejos, el sistema se ha actualizado».
Evan M. Gordon
Así que la existencia de una red cuerpo-mente es innegable, y ha estado allí desde nuestro nacimiento.
Referencias:
A somato-cognitive action network alternates with effector regions in motor cortex https://dx.doi.org/10.1038/s41586-023-05964-2