Hay personas que son capaces de ponerse en el lugar de otras fácilmente, y hay personas que no. Pero eso no quiere decir que la empatía sea un don natural, o peor, algo que heredamos al nacer.
Al igual que la motivación, la empatía se puede aprender. Se ha demostrado que la lectura ayuda a los niños a percibir mejor las emociones y los sentimientos de los demás. Así que esta habilidad está al alcance de todos y, de hecho, es fundamental para aumentar nuestra creatividad.
Según un estudio reciente, las lecciones de empatía mejoran el pensamiento creativo al fomentar experiencias colectivas y reflexionar sobre ellas. Por lo tanto, podemos aprender a ser empáticos a partir de nuestras interacciones cotidianas en el trabajo o en las aulas de clase.
La clave para entender
Tenemos empatía en mayor o menor medida dependiendo de una variedad de factores, incluidos los rasgos de personalidad, nuestros genes y nuestro entorno. Pero el factor más importante en este caso es el aprendizaje. Así lo explican los expertos de la Universidad de Cambridge tras estudiar a estudiantes de entre 5 y 14 años.

Para observar su empatía, ellos midieron la actividad cerebral de los niños al ver diferentes escenarios que representaban injusticias sociales hacia otros niños de diferentes razas. Los infantes mostraron cierto desagrado al principio pero, después de recibir varias lecciones de empatía, los sesgos raciales en sus respuestas desaparecieron. Esto demuestra que aprender sobre la virtud en sí misma ayuda a los niños a construir relaciones, involucrarse con lo que están aprendiendo y trabajar juntos.
En cuanto a la creatividad, los investigadores llevaron a cabo una prueba Torrance para determinar su vínculo con la empatía. Este cuestionario mide el pensamiento creativo a través de respuestas dibujadas y escritas.
Los estudiantes se dividieron en dos grupos y tomaron la prueba por primera vez a principios del año académico. Después, un grupo continuó normalmente con sus lecciones habituales de diseño y tecnología mientras que el otro incorporó a su rutina una serie de lecciones centradas en la empatía.
Cuando se llevó a cabo la segunda prueba, los resultados mostraron que solo el grupo que recibió lecciones de empatía aumentó significativamente sus respuestas creativas. Por lo tanto, la empatía parece hacer explotar nuestra vena más creativa.
¿Por qué ocurre esto?

Estos últimos hallazgos sugieren que la creatividad se puede entrenar al empatizar con otros. Sin embargo, no hay una explicación precisa para este vínculo más allá de que ambas, tanto la creatividad como la empatía, son habilidades esenciales durante el desarrollo.
La empatía nos ayuda a entender lo que otros están pensando y sintiendo. Por su parte, la creatividad nos permite adaptarnos y buscar nuevas formas de realizar las cosas o superar problemas.
Después de la primera prueba, a los estudiantes se les pidió que crearan un producto para niños con asma y sus familias. Todo lo que tenían era un paquete con información y el equipo necesario para tratar el asma en niños pequeños. Los investigadores los incitaron a ser empáticos, por ejemplo, al no juzgar sus propios diseños y los de los demás. Y en consecuencia, estas personas obtuvieron mejores resultados.
Por lo tanto, puede que enseñar empatía ayude a los jóvenes a ver el mundo de forma diferente y ser más cooperativos, algo indispensable para apuntar hacia nuevas ideas y soluciones creativas.
En cualquier caso, es un hecho que esta habilidad se aprende y puede llegar a ser indispensable para los diseñadores, animadores, arquitectos o redactores como nosotros.
Referencias:
Empathy is the mother of invention: Emotion and cognition for creativity in the classroom https://doi.org/10.1177/1365480221989500
Empathy can be taught at school—and it can lead to more creative thinking https://theconversation.com/empathy-can-be-taught-at-school-and-it-can-lead-to-more-creative-thinking-201238