Sabemos que ChatGPT es una herramienta muy útil para aclarar dudas, organizarse y crear. Hemos visto cómo puede mejorar el aprendizaje de los estudiantes, y como muchas empresas han decidido adoptarla como aliada para mejorar el flujo de trabajo. Pero, aunque hay aspectos positivos que destacar, no podemos dejar de lado el hecho de que genera textos con invenciones y errores.
Esto ha hecho que a menudo se cuestione el papel de la IA en nuestras vidas: ¿Puede volvernos más eficientes? ¿O por el contrario impulsarnos a procrastinar aún más?
Afortunadamente, el MIT ya ha estudiado el asunto y sus conclusiones son reveladoras. Todo parece indicar que ChatGPT tiene la capacidad de hacer nuestra vida más fácil al encargarse de ciertas tareas secundarias, al menos en el trabajo.
Calidad y rapidez con ChatGPT
Los investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts publicaron recientemente los resultados de un estudio empírico sobre el uso de esta IA en entornos laborales. Ellos querían comprobar cómo afecta ChatGPT nuestra productividad, así que reunieron a 444 profesionales con experiencia en diferentes labores, como vendedores, redactores, analistas y técnicos, para comprobarlo.

A cada uno de ellos se les pidió que redactaran dos textos similares a los que desempeñan para su empresa en el día a día. Es decir, informes, planes de análisis o notas de prensa.
El primer documento era una “referencia”, para ver su manera de redactar con los recursos habituales: un procesador de texto y poco más. Pero la cosa empezó a ponerse interesante con el segundo, ya que la mitad utilizó ChatGPT para redactar el texto mientras que los restantes 222 volvieron a trabajar de forma tradicional.
Al comparar los resultados, los investigadores comprobaron que los trabajadores que habían sido ayudados por ChatGPT destacaban en rapidez y calidad. No solo entregaron sus trabajos 17 minutos antes de lo habitual, sino que recibieron una calificación promedio de 3,8 en una escala de 7.
Tal vez estos datos no parezcan relevantes si lo decimos de esta forma pero, si trasladamos ese resultado a toda una jornada laboral, notaremos la diferencia. Después de todo, un profesional asistido por inteligencia artificial sería capaz de producir un total de 28,3 documentos frente a los 17,7 de otro privado de esa ayuda. La diferencia en términos de productividad es de aproximadamente el 59%.
¿Qué hace la IA conversacional por nuestra productividad?

Como podemos ver, ChatGPT cambia la forma en que los empleados invierten su tiempo al desempeñar las tareas. Esto debido a que acelera el proceso de redacción.
Normalmente, las personas dedican un 25% del tiempo a la lluvia de ideas, un 50% a la redacción del borrador y otro 25% restante a la edición de sus escritos. Sin embargo, con esta IA el lapso que le dedican a los borradores se reduce hasta un 25%.
Cabe destacar que solo 100 participantes habían utilizado ChatGPT con anterioridad, por lo que muchos no pudieron sacarle el máximo provecho a la herramienta. Pero, aún así, lograron aumentar su productividad en más de un 15%. Entonces, es evidente que esta IA mejora nuestra eficiencia al acelerar ciertas tareas sin poner en riesgo la calidad.
No obstante, estos resultados positivos hay que manejarlos con cierta cautela. En primer lugar porque la IA solo se ha utilizado en trabajos que no son particularmente complicados. Y en segundo lugar porque, al parecer, ChatGPT hizo que los trabajadores tuvieran que editar los documentos durante más tiempo del habitual.
Las conclusiones del MIT son reveladoras, y confirman que ChatGPT también es un gran aliado productivo. Eso es lo más importante que debemos recordar, aunque tiene sus limitaciones como herramienta.