Imagina esta escena. Llegas a casa después de un largo día y te encierras en tu habitación a descansar. Sabes que no hay nadie más en casa pero, por alguna razón, sientes que estás siendo observado después de unos minutos. No puedes explicar cómo lo sabes, pero algo te dice que hay una presencia extraña a tu alrededor. ¿Es acaso un fantasma o está hablando tu lado más paranoico?
Si alguna vez has tenido esta sensación, y has sido presa del pánico, probablemente tendrás dificultades para comprender lo que sucedió. Pero varios estudios científicos han confirmado que esta experiencia etérea no es causada por los fantasmas. En realidad hay varios fenómenos físicos y psicológicos detrás, que pueden hacernos pensar que tuvimos visitas aparentemente imposibles.
Así que, como viene siendo costumbre, hay una explicación científica que poco o nada tiene que ver con el sexto sentido.
De la sensación a “sentirse observado”
Una de las primeras personas que estudió esta inquietante percepción fue el psicólogo Edward Titchener en 1898. Después de analizar los 701 casos de telepatía, premoniciones y otros fenómenos inusuales reportados por la SPR (Society for Psychotherpy Research), Titcher señaló que esta sensación no proviene de nada paranormal. En su lugar, se manifiesta en nuestro sistema nervioso para aumentar la probabilidad de sobrevivir. Es por eso que todos alguna vez nos hemos sentido observados.
Entre los factores que pueden desencadenar esta sensación, tenemos tres vertientes.

La hipnagogia
Muchos de los relatos recopilados por la SPR sugieren experiencias alucinatorias que ocurren poco antes del inicio del sueño. Es decir, cuando estamos a punto de entrar en la fase REM pero esta se ve interrumpida por una parálisis del sueño u otro problema similar.
Cuando esto ocurre, nuestros músculos permanecen congelados pero nuestra mente está activa y despierta. Por lo tanto, somos más susceptibles a percibir presencias extrañas.
Estudios han sugerido que más del 50% de las personas con parálisis del sueño aseguran sentirse observados mientras descansan. En ocasiones, por presencias benignas y reconfortantes como las de un familiar fallecido, pero en otros casos las personas perciben criaturas extrañas que presagian la muerte. Y esto es así desde la época victoriana, cuando se empezaron a documentar historias sobre presencias nocturnas.
“Si nos despertamos paralizados y vulnerables, nuestro sistema nervioso nos hará sentir amenazados y nuestra mente llenará el vacío. Somos presas de un depredador interno, el miedo”.
J. Allen Cheyne y Todd Girard, investigadores del sueño
Parkinson, psicosis y experiencias cercanas a la muerte

Además de una mala noche de descanso, las investigaciones de los últimos 25 años han demostrado que la sensación de sentirse observado es regular en las personas con trastornos neurodegenerativos como el Parkinson, psicosis o experiencias intensas de duelo.
En concreto, un estudio de 2013 descubrió que la actividad de la amígdala (la parte del cerebro que permite detectar y responder a las amenazas) se intensifica cuando aparecen casos neurológicos. Por lo tanto, esa presencia que percibimos podría ser simplemente el resultado de varias señales corporales.
Problemas de “sincronización” en el cerebro

Una mujer cuyo cerebro estaba siendo estimulado eléctricamente afirmó que había una sombra observándola en 2006, durante un estudio científico. Sin embargo, al analizar la habitación, los expertos comprobaron que dicha figura era en realidad la proyección del cuerpo de la mujer.
Más allá de la anécdota, este caso demuestra que alterar las expectativas sensoriales de las personas sanas parece inducir una sensación de presencia.
“Nuestros cerebros dan sentido a todo a través de las sensaciones. Si interrumpimos la sincronización del cerebro y las sensaciones, las personas pueden sentir repentinamente que otra persona está presente: un fantasma en la máquina. Es casi como una alucinación”.
Shahar Arz, investigadora presente durante el experimento
Esa lógica también podría aplicarse a las parálisis del sueño y los trastornos neurológicos. Después de todo, en estos casos la información habitual sobre nuestros cuerpos y sentidos se interrumpe, por lo que quizás no sea sorprendente que podamos sentir que hay algo “entre nosotros”.
Así que, en definitiva, los encuentros etéreos que sentimos de vez en cuando no son causados por fantasmas de una época pasada. Si te sientes observado cuando estás solo es porque tu percepción está siendo alterada.
Referencias:
Mind and spirit: hypnagogia and religious experience https://doi.org/10.1016/S2215-0366(18)30138-X
What science can tell us about the experience of unexplainable presence https://theconversation.com/what-science-can-tell-us-about-the-experience-of-unexplainable-presence-201323