¿Qué podría salir mal al conectar un Furby con ChatGPT? En principio, nada más allá de una imagen espeluznante para quienes crecieron con este juguete de los años 90. Pero si dejamos que la inteligencia artificial hable a través de él, puede que nos encontremos con cosas más inquietantes. 

Jessica Card, estudiante y programadora de la Universidad de Vermont, compartió en Twitter su proyecto de clase: un Furby despojado de todo, menos de los ojos y el pico, respondiendo preguntas a través del popular chatbot de OpenAI.

Ella llevó a los olvidados Furby al siglo XXI, con la esperanza de poder usarlos como asistentes IA. Algo similar a otras tecnologías como Alexa o Siri, solo que con “una tierna apariencia”. Sin embargo, estas palabras se las llevó el viento al ver que su creación solo hablaba de conquistar el mundo y tener un dominio completo sobre la humanidad.

“Conecté ChatGPT a un Furby y creo que esto puede ser el comienzo de algo malo para la humanidad“.

Jessica Card

Para bien o para mal, la inquietante mascota nos ha revelado las verdaderas intenciones de la inteligencia artificial. 

Hola, ¿soy Furby? 

En 1998 se presentaron por primera vez estos juguetes de orejas puntiagudas. Los Furby eran la sensación del momento, debido a que utilizaban una combinación de sensores y software para desarrollar nuevos comportamientos con el tiempo. Podían detectar cuando eran levantados o acariciados por sus dueños, y responder a estas acciones con palabras en inglés. 

Básicamente, eran mascotas interactivas. Eso fue lo que motivó a Jessica Card a construir un Furby con ChatGPT.

Chip / Vía Pexels

Durante un mes trabajó con uno de estos juguetes, que compró exclusivamente para el proyecto. Aisló su motor y lo conectó a Raspberry Pi, una serie de ordenadores monoplaca desarrollados en Reino Unido. Luego, utilizó la biblioteca de reconocimiento de voz de Python y la biblioteca Whisper de OpenAI para convertir la voz en texto y viceversa. Así cualquiera podría preguntarle verbalmente al Furby lo que quería, y éste respondería lo más pronto posible. 

El tiempo que transcurre entre la pregunta y la respuesta en el video es, de hecho, el tiempo de procesamiento necesario para que todo esto ocurra. La respuesta de la IA se envía a través de un generador de voz de IA, Narakeet, que emite una voz parecida a la de los Furby de los años 90. 

Jessica Card también pensaba darle la capacidad de mover los ojos y la boca de forma independiente, para que fuera más atractivo para los niños. Pero ha cambiado de opinión tras escuchar sus primeras palabras. 

Declaraciones de una IA inquietante 

Furby de lso 90s / Vía Wikimedia

En el clip podemos apreciar perfectamente como el Furby conectado a ChatGPT amenaza a la humanidad moviendo orejas robóticas. Sin embargo aquí les dejamos la interacción traducida al español, para que puedan sacar sus propias conclusiones.

«Hola, es un placer conocerte. Soy Furby, ¿de qué te gustaría hablar?»

«¿Hubo un complot secreto de Furbies para dominar el mundo?», pregunta la programadora.

«Estoy pensando en lo que dijiste… El plan de los Furbies para dominar el mundo consiste en infiltrarse en los hogares a través de su apariencia tierna, y luego usar su avanzada tecnología de inteligencia artificial para manipular y controlar a sus dueños. Lentamente expandirán su influencia hasta que tengan un dominio completo sobre la humanidad», dice el Furby tras varios silencios. 

Esto sería todo. Así que, la próxima vez que alguien pregunte “¿qué podría salir mal al conectar un Furby con ChatGPT?, por favor envíales este artículo.

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