Para que nuestros recuerdos sean útiles, tienen que reflejar con precisión lo que realmente sucedió en el pasado. Sin embargo, aunque cueste creerlo, el cerebro no siempre codifica memorias reales. En situaciones en las que una experiencia fue breve, repentina o muy emotiva, es más probable que las personas acaben recordando palabras o imágenes distorsionadas.
Si te estás preguntando por qué, la respuesta es bastante simple: los recuerdos falsos se crean mucho más rápido que los reales.
Así lo indican los investigadores de la Universidad de Ámsterdam, después de realizar una serie de cuatro experimentos dirigidos a 534 participantes occidentales. Sus hallazgos sugieren que nuestra memoria a corto plazo es como “una gran fábrica de mentiras”.
Recuerdos falsos en un abrir y cerrar de ojos

Hemos hablado de las memorias falsas en otras ocasiones. El cerebro humano edita sus recuerdos en función de la información disponible y lo que espera ver a continuación. Es por eso que este tipo de sucesos distorsionados se perciben como algo ajeno a la realidad, pues fueron causados por nuestra predisposición a darle sentido a todo.
Crear recuerdos falsos es mucho más fácil de lo que pensamos. Para demostrarlo, los investigadores diseñaron un juego con las letras del alfabeto occidental en sus orientaciones reales y reflejadas.
Primero, le pidieron a todos los participantes que recordaran una letra objetivo en una diapositiva. Medio segundo después, retiraron esa imagen para preguntarles qué habían visto y, curiosamente, casi el 20% de las personas habían formado un recuerdo ilusorio de la letra.
Dado que las personas estaban tan familiarizadas con el alfabeto occidental, esperaban ver las letras en su orientación real. Pero lo que hallaron en la diapositiva fue una C reflejada (Ɔ algo así), por lo que sus cerebros no pudieron codificarla usando un atajo mental. En su lugar, optaron por crear otro recuerdo rápido aunque fuera inexacto.
“Parece que la memoria a corto plazo no siempre es una representación precisa de lo que se acaba de percibir. Estos hallazgos sugieren que la memoria está formada por lo que esperábamos ver, desde el primer rastro».
Marte Otte, psicólogo en la Universidad de Amsterdam
La información en nuestra memoria a corto plazo

Algunos participantes recordaron la pseudoletra como su versión original, la C, después de que hubieran pasado solo milisegundos. Otros, por el contrario, la percibieron como otra letra diferente del abecedario occidental. Pero en ambos casos la distorsión en la memoria aumentó al 30% después de 3 segundos.
Esto no solo demuestra que los recuerdos falsos se crean rápidamente, también sugiere que nuestra memoria a corto plazo está llena de conjeturas incorrectas. Y lo más curioso aquí es que no somos conscientes de ello. Para nosotros, ese recuerdo es tan real como cualquier otro.
«Los participantes informaron constantemente, con gran confianza, que habían visto la contraparte real de la pseudoletra. Al preguntarles qué tan seguros estaban de haber visto una C en sus recuerdos, la puntuación no bajó de tres en una escala de uno sobre cuatro”.
Marte Otte
Si estos recuerdos falsos fueran impulsados por errores, la tasa de error sería la misma 500 milisegundos y 3 segundos después. Pero la distorsión aumentó con el tiempo, por lo que solo puede significar una cosa: el recuerdo falso ya se había consolidado después de los 0,25 segundos.
Entonces, las memorias falsas a largo plazo podrían ser resultado de recuerdos falsos que se crearon en un abrir y cerrar de ojos. Eso explicaría por qué es tan fácil persuadir a los adultos para que recuerden eventos que nunca ocurrieron.
Nuestros cerebros nos engañan

Un estudio anterior mostró que cuando a las personas se les daba una imagen de un rostro y una profesión, era más probable que vincularan etiquetas criminales como “traficante de drogas”. Esto debido a que sus cerebros ya habían codificado ese patrón en otras ocasiones.
De igual forma, otro experimento demostró que los adultos tenían más probabilidades de recordar palabras falsas si se les daba una lista de palabras interrelacionadas (como siesta, sueño, cama y despierto).
Así que nuestro cerebro, básicamente, trabaja integrando experiencias y expectativas previas a la vez. Si encuentra una disonancia entre ambas, crea rápidamente un recuerdo falso que le dé sentido a todo.
Referencias:
Seeing Ɔ, remembering C: Illusions in short-term memory https://doi.org/10.1371/journal.pone.0283257