¿Es la captura y almacenamiento de dióxido de carbono una solución real para el cambio climático? ¿O simplemente una excusa para continuar con la extracción de combustibles fósiles? Con el anuncio del gobierno del Reino Unido de invertir £20.000 millones en la tecnología y el debate en torno a su efectividad, es un tema candente.
En este artículo de blog, analizamos décadas de investigación sobre el tema. Además, exploramos los pros y contras de la captura y almacenamiento de dióxido de carbono. Desde preocupaciones sobre la seguridad del almacenamiento subterráneo hasta la necesidad de políticas y mandatos legales para impulsar su adopción. Descubrimos todo lo que necesitas saber sobre esta tecnología crucial en la lucha contra el cambio climático.
Explorando el debate sobre la tecnología de CCS y su impacto ambiental
La captura y almacenamiento de dióxido de carbono (CCS) es una tecnología que puede separar el dióxido de carbono (CO₂) de las instalaciones industriales. También secuestrar el CO₂ bajo tierra para mantenerlo fuera de la atmósfera. A menudo se espera que algunas emisiones, como las de la fabricación de acero, sean difíciles de eliminar en el tiempo que queda para evitar un calentamiento catastrófico. Los gobiernos proponen compensarlos neutralizando las fuentes de emisión con CCS o creando sumideros artificiales.
El gobierno del Reino Unido publicó sus planes revisados que incluirán el almacenamiento de CO₂ debajo del Mar del Norte utilizando nuevos sitios de captura de carbono en Teesside. Para cumplir con este objetivo han financiado con 20.000 millones de libras esterlinas (24.700 millones de dólares estadounidenses) durante 20 años. El gobierno también puede otorgar la licencia de un gran yacimiento petrolífero nuevo en el Mar del Norte llamado Rosebank.
Sin embargo, algunos han cuestionado si el uso de CCS es una forma de justificar la extracción y quema continua de combustibles fósiles y retrasar los recortes reales en las emisiones. Un artículo reciente publicado por investigadores analiza décadas de investigación sobre el tema.
El dilema de la eliminación de carbono
La tecnología de eliminación de carbono (y la gestión de la radiación solar, que implica devolver la energía del sol al espacio) ha despertado el interés de los economistas desde la década de 1990, pero los resultados fueron controvertidos. El problema de si la eliminación de carbono realmente disuade o retrasa la reducción de emisiones ha sido conceptualizado y estudiado de múltiples maneras por académicos.
Algunos estudios analizan modelos de evaluación integrados. Por ejemplo, modelos informáticos complejos del sistema climático que utilizan la economía para describir cómo podrían cambiar las emisiones según las tecnologías utilizadas para manejarlas. Estos estudios tienden a encontrar que la introducción de la opción de la eliminación de carbono en las proyecciones de cómo los países pueden descarbonizar, de hecho, sustituye las reducciones de emisiones hasta cierto punto.
Controversia sobre la efectividad de la eliminación de carbono en la reducción de emisiones
Los autores no están de acuerdo sobre cuán relevantes son estos hallazgos para lo que sucede en el mundo real. Pero sabemos por otros estudios sobre los efectos performativos de los estudios de modelado. Sus hallazgos tienden a dar forma a la política. Por lo tanto, los resultados del mundo real, lo que significa que los resultados que muestran efectos de sustitución no deben descartarse.
Una gran cantidad de estudios evalúan el atractivo de CCS para las personas, por ejemplo, preguntando a los responsables políticos o al público en general si les gustaría ver más inversión en la tecnología. A menudo se citan preocupaciones sobre la seguridad de almacenamiento subterráneo o la posibilidad de fugas. Otros estudios exploran cómo las empresas ven la tecnología. La falta de incentivos comerciales para la CCS ha sido una barrera importante para su adopción y se espera que políticas como los mandatos legales para su uso sean necesarias para impulsar su adopción.
Referencias:
Is carbon removal delaying emission reductions?: https://doi.org/10.1002/wcc.826
