La resistencia a los antimicrobianos (RAM) es un problema de salud mundial que afecta tanto a humanos como a animales. Los científicos han descubierto que el consumo de antibióticos en ambas especies está relacionado con la RAM, lo que significa que si se usan demasiados antibióticos en animales, esto puede hacer que los humanos se vuelvan resistentes a los mismos medicamentos, y viceversa.

El problema se agrava cuando se usan demasiados antibióticos en los animales que producen alimentos. Esto aumenta el riesgo de que los animales se enfermen y de que las bacterias se vuelvan resistentes a los antibióticos. Y cuando las personas usan muchos antibióticos, también hay más riesgo de que las bacterias se vuelvan resistentes a los antibióticos. Además, cuando se usan muchos antibióticos en los animales, hay más riesgo de que las bacterias resistentes afecten a las personas. Y cuando las personas usan muchos antibióticos, hay más riesgo de que los animales se enfermen y las bacterias se vuelvan resistentes a los antibióticos.

Peligroso vínculo entre el consumo de antibióticos en humanos y animales

Según un estudio reciente, aunque los países de ingresos bajos y medios consumen pocos antibióticos, tienen altas tasas de resistencia antimicrobiana en animales productores de alimentos, especialmente en Asia. Esto sugiere que el consumo de antibióticos puede ser un factor de riesgo secundario para la propagación de RAM en ciertas zonas del mundo. Además, los factores socioeconómicos como la desigualdad de ingresos, las prácticas higiénicas inseguras y las enfermedades cardiacas también contribuyen a la RAM en humanos.

En resumen, los factores que reflejan un estatus socioeconómico más bajo se asocian a una mayor probabilidad de RAM en humanos, subrayando la importancia de una buena gobernanza y lucha contra la corrupción en un contexto de «salud única».Es importante tomar medidas urgentes para detener la propagación de la RAM. Para ello, se deben enfocar esfuerzos en reducir la pobreza y mejorar el desarrollo social, además de ser más estrictos en el uso de antibióticos. Aunque la reducción del consumo de antibióticos por sí sola no será suficiente para combatir la creciente resistencia a los antimicrobianos, se necesitarán métodos de control integrados que se enfoquen en la reducción de la pobreza y en apoyar el desarrollo social para evitar la propagación de la resistencia entre animales y humanos.

Acciones urgentes contra la resistencia a antimicrobianos

Por otra parte, es crucial reforzar también la vigilancia en países de ingresos bajos y medios. También asegurarse de que la vigilancia de la resistencia a los antimicrobianos en el ganado refleje la vigilancia en los seres humanos. Se sugiere diseñar intervenciones que aborden el problema de manera holística, considerando la conexión bidireccional entre el consumo de antibióticos y la resistencia en humanos y animales. Para solucionar esta amenaza para la salud mundial, se recomienda una gobernanza, transparencia y rendición de cuentas mejoradas, así como políticas y regulaciones nacionales más estrictas en el uso y prescripción de antibióticos en humanos y animales, sobre todo en países con una elevada carga de morbilidad.

La lucha contra la resistencia a los antimicrobianos es un desafío global que requiere una acción conjunta de múltiples sectores y partes interesadas. Se necesita una mayor conciencia pública sobre la importancia de utilizar antibióticos de manera responsable y reducir su uso excesivo. Los profesionales de la salud deben ser capacitados sobre la resistencia a los antimicrobianos y cómo prescribir antibióticos de manera responsable.

Referencias:

Global antimicrobial-resistance drivers: an ecological country-level study at the human–animal interface: https://doi.org/10.1016/S2542-5196(23)00026-8

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