Al igual que la religión o la raza, el acento es una parte importante de nuestra identidad. No solo por lo que decimos, que muchas veces no tiene traducción en otros contextos, sino por cómo lo decimos. 

Sin embargo, todos hemos conocido al menos a una persona que ha “perdido” su acento nativo al mudarse a otro país. Da igual si allí hablan un idioma similar, como sería el español, o si por el contrario se comunican en inglés, francés o ruso. 

Ahora bien, ¿por qué ocurre? Muchos creen que estas personas en realidad fingen ese nuevo acento para encajar en su grupo social. Sin embargo, la ciencia no respalda estas ideas. 

Varias investigaciones han demostrado que los acentos son una característica fluida del habla, por lo que van cambiando en función del grupo de hablantes con el que interactuamos. Esto significa, grosso modo, que todos somos susceptibles a los acentos extranjeros en algún momento de nuestra vida. 

¿Qué nos hace perder el acento?

Notas en inglés / Vía Pexels

Incluso antes de nacer, estamos expuestos a los patrones de habla de quienes nos rodean. Escuchamos la forma en la que nuestros padres platican y la entonación que usan al comunicarse, para después usar esa información a nuestro favor. ¿Cómo? Pues produciendo sonidos similares que nos ayuden a satisfacer nuestras necesidades. Es por eso que los científicos han detectado modismos de una región en los llantos de bebés recién nacidos.

Cuanto más tiempo pasemos en ese entorno, más evidente será nuestro acento. Así es como funciona normalmente este mecanismo vocal. 

Sin embargo, ahora que nos mezclamos más con personas fuera de nuestro grupo social limitado y estamos expuestos a patrones de habla fuera de lo común, el acento es cada vez más susceptible. 

Por ejemplo, los niños que comienzan a hablar en inglés desde jóvenes suelen perder la “entonación familiar”. Esto ocurre también con los adultos que consumen mucho contenido extranjero o que, de repente, se ven forzados a interactuar con personas con otros patrones tonales.

No obstante, hay personas más susceptibles que otras a los cambios de acento.

Claves en nuestra forma de hablar

Mujeres intentando comunicarse / Vía Pexels

Aquellos que alteran sus patrones tonales constantemente, a los pocos días de mudarse a otra ciudad, por lo general consideran que su forma de hablar es irrelevante. En pocas palabras, no perciben ese sentido de pertenencia en el idioma. Por no mencionar que sienten la necesidad de ser comprendido más claramente.

Sin embargo, también hay personas que pueden mantener un acento chileno, argentino o español, sin importar en donde se encuentren. Esto en parte porque tienen muy presente el valor de ese rasgo social, pero también porque consideran que su acento es “deseable”.

“Descubrimos que si un hablante tiene lo que la mayoría considera un acento deseable, es posible que no quiera perder la ventaja modificándolo”.

Jane Setter, investigadora y profesora en la University of Reading

Entonces, ya sea conscientemente o no, las personas tienen menos control sobre su habla cuando se mudan a casa. Eso es un hecho. 

Además, hay otros factores que pueden hacer que una persona pierda irremediablemente su acento. Como por ejemplo, un accidente cerebrovascular o el síndrome del acento extranjero (FAS). Ambos pueden alterar las áreas del cerebro que están asociadas con la producción y la percepción del lenguaje, por lo que los hablantes pueden perder la capacidad de hablar o emitir ciertos patrones vocales. 

Aunque, en la mayoría de los casos, olvidamos nuestro acento porque empezamos a interactuar con personas que usan modismos diferentes a los nuestros.

Referencias: 

Newborns’ Cry Melody Is Shaped by Their Native Language https://doi.org/10.1016/j.cub.2009.09.064 

Why some people lose their accents but others don’t – linguistic expert https://theconversation.com/why-some-people-lose-their-accents-but-others-dont-linguistic-expert-201986

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