Tener una mascota en casa ayuda a que las personas sean más activas, incluso puede ser un gran aliado contra la depresión, la ansiedad y la rutina. Pero un estudio japonés ha descubierto otro beneficio de convivir con mascotas que nunca antes se había considerado: una niñez sin alergias.
Los recién nacidos que viven en un hogar con gatos o perros parecen ser menos propensos a desarrollar alergias alimentarias en comparación con otros niños. Y esa inmunidad se mantiene incluso si la exposición fue durante el desarrollo fetal, cuando la madre embarazada vivía con mascotas.
En algunos países, más de uno de cada diez niños son diagnosticados con alergias alimentarias, una cifra que va en aumento desde 2017. Por lo tanto, perros y gatos podrían llegar a ser indispensables dentro de los futuros núcleos familiares. No solo como animales de compañía, sino también como “antialérgicos”.
Más mascotas, menos alergias alimentarias

Para este estudio, Okabe y sus colegas utilizaron los datos de 66.215 niños con y sin alergias alimentarias. Cerca del 22% estuvieron expuestos a animales domésticos, particularmente perros y gatos, durante el periodo fetal. El otro 78% estaba constituido por niños que habían adoptado una mascota recientemente, cualquier animal en general, y niños que no tenían mascotas.
Curiosamente, entre los infantes expuestos a perros y gatos, hubo una incidencia significativamente menor de alergias alimentarias. Según las estimaciones, la exposición durante el desarrollo fetal o los primeros meses de vida redujo las probabilidades de una alergia posterior en aproximadamente un 14%.
“Los niños expuestos a perros de interior eran significativamente menos propensos a padecer alergias específicas al huevo, la leche y los frutos secos. En cambio los niños expuestos a gatos eran significativamente menos propensos a padecer alergias al huevo, el trigo y la soja”.
Hisao Okabe, investigador del Centro Regional de Fukushima
Y cuantos más perros y gatos convivan en casa, mejores serán los resultados. Prueba de ello está en que ninguno de los bebés que vivían con al menos dos perros desarrolló una alergia alimentaria.
Por lo tanto, vivir con estos dos animales de compañía en particular reduce el riesgo de todo tipo de alergias. Y decimos “en particular” porque no se observó una asociación significativa entre las alergias alimentarias y la exposición a tortugas, hámsters o pájaros. De hecho, los niños que vivían con hámsters, 0,9 por ciento del grupo total estudiado, tuvieron una incidencia significativamente mayor de alergias a los frutos secos.
Confirmado: gatos y perros protegen nuestra salud

Este estudio demuestra que, efectivamente, perros y gatos se relacionan con menos alergias alimentarias, tal como sugerían varios estudios anteriores. Entre ellos, un artículo publicado en 2004 que muestra como los perros y los gatos, además, producían tasas más bajas de dermatitis atópica, enfermedades con sibilancias, alergias respiratorias, asma y un mayor bienestar psicológico en los niños.
No obstante, los investigadores japoneses desconocen el porqué detrás de este efecto inmunitario. Podría ser una asociación entre la tenencia de mascotas, el estilo de vida y la genética. Sin embargo, se necesitan más estudios a gran escala para demostrarlo.
Lo único seguro es que, a diferencia de lo que muchos piensan, los perros y gatos no siempre dan alergias. En ocasiones, pueden actuar como antialérgicos naturales.
«Es probable que las familias con un fuerte historial familiar de alergias tengan padres con alergias a la caspa de las mascotas. Esto hace que sea menos probable que adquieran mascotas para sus hijos. Entonces, la relación inversa entre las mascotas y las alergias puede deberse a que los padres alérgicos no quieren reaccionar ante las mascotas”.
Hisao Okabe
Así que, si bien no existe una explicación de momento, los hallazgos sobre los beneficios de vivir con perros y gatos encajan bien con muchos estudios anteriores. Por lo tanto, podrían ayudar a orientar futuras investigaciones sobre los mecanismos que subyacen a las alergias alimentarias infantiles.
Referencias:
Associations between fetal or infancy pet exposure and food allergies: The Japan Environment and Children’s Study https://doi.org/10.1371/journal.pone.0282725