La formación de estos fenómenos es extremadamente variable y puede depender de pequeñas diferencias en las condiciones meteorológicas. Esto hace que la tarea de predecir su aparición sea muy compleja.
En este artículo, exploraremos los factores clave que influyen en la formación de tornados. Así también sobre cómo los meteorólogos utilizan herramientas como el radar Doppler y un mejor modelado para emitir advertencias con una mayor precisión. Aunque la tecnología ha avanzado en las últimas décadas, aún queda mucho por investigar para mejorar la predicción de estos fenómenos peligrosos.

La ciencia detrás de la predicción de tornados y la importancia del radar
El pronóstico de tornados es una tarea compleja para los meteorólogos, ya que la formación de estos fenómenos es muy variable y puede depender de pequeñas diferencias en las condiciones meteorológicas. A pesar de que se han mejorado las técnicas de predicción, aún existe un margen de error en cuanto a la hora y lugar exacto en que se formará un tornado. En la actualidad, una gran parte de la investigación sobre el clima severo se centra en comprender mejor estos procesos.
La cizalladura vertical del viento es uno de los predictores más fuertes de si una tormenta eléctrica producirá o no un tornado. Sin embargo, la forma en que la cizalladura interactúa con el aire enfriado por la lluvia dentro de las tormentas, a lo que llamamos «flujo de salida», y la cantidad de precipitación que se evapora pueden influir en la formación de un tornado.
El radar sigue siendo la herramienta principal para determinar cuándo emitir una advertencia de tornado. Esto significa que un tornado es inminente en el área y las personas deben buscar refugio. La gran mayoría de los tornados violentos se forman a partir de supercélulas, tormentas eléctricas con una corriente ascendente giratoria profunda.
Mejoras en la predicción de tornados: desafíos y avances en la tecnología y modelado
Los meteorólogos también analizan las condiciones ambientales de la tormenta, como la temperatura, la humedad y la cizalladura del viento. Todo ello con el fin de determinar la probabilidad de que una tormenta produzca un tornado significativo. Afortunadamente, el porcentaje de tornados que reciben una advertencia ha aumentado en las últimas décadas, gracias a la tecnología mejorada, como el radar Doppler y un mejor modelado.
El plazo de entrega de las advertencias también ha mejorado, ahora son alrededor de 10 a 15 minutos, lo que es tiempo suficiente para llegar a un lugar seguro. No todas las tormentas tendrán tanto tiempo de anticipación, pero estos avances han salvado muchas vidas.
En cuanto a la predicción de la intensidad de un tornado, aún queda mucho por investigar. Las suposiciones actuales sugieren que es más probable que un mesociclón más ancho cree un tornado más fuerte y duradero que otras tormentas.
En resumen, aunque los meteorólogos han mejorado mucho en el pronóstico de las condiciones que hacen que los tornados sean más probables, aún existen desafíos en cuanto a la predicción exacta de dónde y cuándo se formarán los tornados, así como la intensidad que alcanzarán. La tecnología ha avanzado mucho en la última década y ha permitido una mayor precisión en la emisión de advertencias, lo que ha salvado muchas vidas. Sin embargo, la investigación continúa para mejorar aún más la predicción de estos fenómenos meteorológicos peligrosos.
Referencias:
Why tornadoes are still hard to forecast – even though storm predictions are improving: https://theconversation.com/why-tornadoes-are-still-hard-to-forecast-even-though-storm-predictions-are-improving-202704