Un nuevo estudio realizado por científicos de la Universidad de Stanford ha identificado los circuitos cerebrales que podrían ser la base de los trastornos alimentarios como el trastorno por atracón y la bulimia nerviosa. Los investigadores encontraron conexiones más fuertes entre dos regiones del cerebro. Es decir, el putamen sensoriomotor y la corteza motora, dos áreas que están involucradas en la promoción de hábitos y la toma de decisiones con respecto a los movimientos corporales, respectivamente. Este hallazgo podría conducir a nuevas formas de entender y tratar los trastornos alimentarios. Esto es muy alentador para los profesionales de la salud mental.

La psicóloga clínica Rebecca Boswell, de la Universidad de Princeton, que no participó en el estudio, dice que algunas de las mismas drogas y estrategias que buscan revertir los hábitos perjudiciales en otros trastornos compulsivos podrían funcionar para los atracones.

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¿Hay una conexión entre los atracones y el consumo de drogas?

Los trastornos por atracón y la bulimia nerviosa son condiciones que afectan a una de cada 80 mujeres y a uno de cada 250 hombres en los Estados Unidos. Estas personas devoran grandes cantidades de comida de una sentada. Aunque estén llenas y les cause molestias, a menudo lo hacen solas y les cuesta parar. En el caso de la bulimia nerviosa, las personas no retienen la comida, sino que la expulsan mediante vómitos o laxantes.

Los científicos no han sabido hasta ahora exactamente qué cambios en el cerebro causan estos trastornos. Pero el nuevo estudio sugiere que son hábitos compulsivos que pueden estar relacionados con circuitos cerebrales específicos. Los investigadores reclutaron mujeres de su comunidad del norte de California. Después utilizaron los criterios del Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales para determinar si tenían trastorno por atracón o bulimia. Luego, los investigadores examinaron su actividad cerebral utilizando imágenes de resonancia magnética funcional (fMRI).

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La ciencia detrás de los hábitos compulsivos

Los científicos vieron conexiones más fuertes entre dos regiones del cerebro, el putamen sensoriomotor y la corteza motora. Estas regiones están involucradas en la promoción de hábitos y la toma de decisiones con respecto a los movimientos corporales, respectivamente. En individuos sin trastornos alimentarios, las conexiones entre estas dos regiones son más débiles. Además, las conexiones entre el putamen sensoriomotor y la corteza cingulada anterior, que está involucrada en la regulación de las emociones, entre otras cosas, y también está implicada en el aprendizaje de hábitos, eran más débiles en las personas con trastornos alimentarios.

Los investigadores han sospechado que tanto los atracones como la bulimia son hábitos compulsivos, lo cual encaja bien con los circuitos cerebrales identificados. La tomografía por emisión de positrones mostró que las personas con trastornos alimentarios tienen menos receptores para el neurotransmisor dopamina, lo que aumenta las probabilidades de participar en conductas alimentarias impulsivas. El medicamento Vyvanse puede ser efectivo, pero su uso debe ser limitado debido a su potencial adictivo. El estudio solo se realizó en mujeres, por lo que se necesita más investigación en hombres y para ver si los mismos circuitos están involucrados en otros trastornos alimentarios, como la anorexia.

Referencias:

Human habit neural circuitry may be perturbed in eating disorders: https://doi.org/10.1126/scitranslmed.abo4919

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