Desde pequeños, tenemos una extraña fascinación por las cosas que giran. Nos atraen los tazones giratorios en los parques infantiles, los tiovivos y las atracciones que dan vueltas por el aire. Incluso podríamos pasar horas girando en un mismo punto hasta caernos por culpa del mareo.
Cualquiera diría que nos gusta ver el mundo girar, pero realmente esa no es la razón detrás de este extraño comportamiento. Prueba de ello está en el siguiente video.
En 2017, una gorila llamada Zola se volvió viral por girar en círculos, es decir, hacer el mismo gesto que los niños en un parque infantil. Así que no se trata de una simple costumbre humana, hay algo más allí.
Para averiguar qué, un lingüística de la Universidad de Birmingham en Inglaterra analizó vídeos de orangutanes, gorilas, chimpancés y bonobos que estaban colgados de las manos en cuerdas o enredaderas, girando por el aire a velocidades vertiginosas. En total, más de 400 ejemplos que le ayudaron a entender que las volteretas son una actividad neuroestimulante.
Dar vueltas no es solo entretenido

A simple vista, pueden pasar desapercibidas como otro movimiento repetitivo. Pero dentro de nuestros cerebros, se producen muchos cambios químicos mientras giramos.
En su trabajo, el lingüista comenta que girar convierte el mundo en una mota en movimiento para los simios. Los sentimientos generados durante esta actividad interrumpen el sistema vestibular, que detecta los cambios en la orientación, la posición y la velocidad del cuerpo. Es por eso que podemos sentirnos mareados o aturdidos después de un tiempo, pero también eufóricos y risueños.
De hecho, varios estudios han demostrado que las personas autistas utilizan las volteretas como una suerte de terapia para la autoestimulación.
“Cuando estamos girando sin pensar en el pasado y el futuro, nos sentimos mucho mejor”.
Perlman, lingüista en la Universidad de Birmingham
Así que las volteretas parecen ser un mecanismo para alterar nuestra conciencia y experimentar efectos físicos excitantes. En cuyo caso explicaría por qué los niños han convertido esta actividad en una de sus formas favoritas de jugar.
Giros, perturbación perceptiva y más giros
Cat Hobaiter, primatóloga y amiga del lingüista, fue la primera en descubrir que los chimpancés y gorilas usaban las lianas para girar en el aire.

“Para ellos también es una de sus formas favoritas de jugar cuando son jóvenes. Literalmente dan vueltas y vueltas hasta que se caen y se caen por mareos».
Cat Hobaiter
Al principio pensó que los simios estaban aburridos y, en consecuencia, habían empezado a imitar a los humanos del zoológico. Pero estos nuevos hallazgos la han llevado a creer que no es solo un pasatiempo, también es una actividad enriquecedora y creativa para los primates jóvenes (incluyendo a los humanos).
Los monos giraban a una velocidad de rotación promedio de 1,43 revoluciones por segundo, siendo la velocidad más alta de 3,3 revoluciones por segundo. Estas son velocidades que pueden inducir “perturbaciones perceptivas”, similares a las generadas por la ingestión de sustancias alucinógenas.
Además, se sabe que en algunas órdenes del sufismo, una rama del Islam, los derviches giran en círculos como una forma de danza religiosa en la que el movimiento induce un estado espiritual similar al trance. Por lo tanto, el giro se aprovecha de manera proactiva para el éxtasis.
Dicho de otra forma, parece que esta fascinación por girar subyace en el hecho de alterar la cognición y los estados mentales. Ahora bien, ¿por qué los simios querrían desconectarse del mundo? ¿Cómo dieron con este método?
Verlos girar plantea la posibilidad de que los primates disfruten manipulando su mente de manera similar a cómo los humanos alteran la conciencia a través de las drogas, el alcohol o la actividad física. Sin embargo, esas son preguntas que tendrán que estudiarse más adelante.
Referencias:
Why primates (including humans) love to spin ourselves around until we all fall down https://www.scientificamerican.com/article/why-primates-including-humans-love-to-spin-ourselves-around-until-we-all-fall-down/#