El equilibrio entre las obligaciones familiares y laborales es una de las luchas más comunes que enfrentan las mujeres en la actualidad. El resultado de esta tensión es que muchas mujeres experimentan problemas para dormir lo suficiente, controlar el estrés y mantener un equilibrio saludable entre el trabajo y la vida. La Dra. Jessica Payne, profesora de psicología y directora del Laboratorio de Sueño, Estrés y Memoria (SAM) de Notre Dame, ha dedicado su investigación a estudiar cómo el sueño y el estrés influyen en la función psicológica, el bienestar y la salud humana.
Los problemas de sueño son particularmente relevantes para las mujeres debido a la influencia de las hormonas en el cuerpo femenino. Las fluctuaciones hormonales que experimentan las mujeres en diferentes momentos de sus vidas, como la pubertad, el embarazo, la menopausia y el ciclo menstrual, pueden afectar su capacidad para dormir. Las hormonas interactúan con los neurotransmisores en el cerebro, lo que puede hacer que las mujeres se despierten en medio de la noche y no puedan volver a dormir. Además, las mujeres que experimentan la menopausia pueden despertar empapadas en sudor debido a los sofocos.

La importancia del sueño y el estrés en la vida de las mujeres
Durante la perimenopausia, el tiempo previo a la menopausia completa, los niveles de estrógeno y progesterona de una mujer cambian y su liberación se vuelve errática. Este cambio hormonal puede afectar el equilibrio emocional de una mujer, así como su capacidad para dormir y controlar el estrés. Además, estos cambios hormonales también interfieren con el proceso del sueño.
La mayor parte del sueño profundo o de ondas lentas se obtiene al comienzo de la noche, durante las primeras tres o cuatro horas. La segunda mitad de la noche es cuando se obtiene la mayor parte del sueño de movimiento ocular rápido (REM). La transición de la primera parte de la noche a la segunda parte puede causar un despertar completo si el cerebro se alerta lo suficiente al pasar al estado REM. Si se experimenta estrés o cambios hormonales durante este tiempo, es más probable que una mujer se despierte por completo y no pueda volver a dormir.
El sueño ininterrumpido y de calidad es crucial para la salud de las mujeres. El cerebro durmiente es altamente activo, especialmente durante el sueño REM más tarde en la noche. Uno de los propósitos del sueño REM es procesar y regular las emociones. Si una mujer se despierta antes de entrar en el sueño REM y hay demasiado estrés o cortisol en su sistema, es posible que se encuentre despierta, ansiosa y rumiando el resto de la noche. Además, la privación del sueño en sí misma es un factor estresante. Cuando se está privado de sueño, se produce más cortisol, lo que hace que sea más difícil dormir, lo que crea un círculo vicioso.

Sueño, consolidación de la memoria y función cognitiva en mujeres
El sueño también es crucial para la consolidación de la memoria. La consolidación de la memoria es la capacidad de incorporar nueva información y guardarla en la memoria a largo plazo. Si una mujer no duerme lo suficiente, puede afectar su capacidad para consolidar la memoria. Además, la falta de sueño puede afectar la función cognitiva y emocional de una mujer de muchas maneras. La falta de sueño puede afectar negativamente su capacidad para concentrarse, resolver problemas, tomar decisiones y procesar información.
En general, es importante que las mujeres duerman lo suficiente para mantener su bienestar físico y emocional. La cantidad de sueño que necesita una mujer puede variar según su edad, estilo de vida y otros factores individuales. Sin embargo, se recomienda que las mujeres adultas duerman de siete a nueve horas por noche para mantener una buena salud.
Referencias:
‘You are not alone’: Q&A with expert on sleep, stress and memory in women: https://medicalxpress.com/news/2023-03-qa-expert-stress-memory-women.html