La ansiedad es uno de los trastornos psicológicos más comunes en los adultos de los Estados Unidos. En las personas mayores, se asocia con angustia considerable, problemas de salud y disminución de la calidad de vida. Sin embargo, un panel independiente de expertos sugiere que los adultos de 65 años o más no necesitan pruebas de detección de ansiedad.
Los cuestionarios utilizados para detectar la ansiedad pueden no ser confiables para los adultos mayores. Además, la detección implica evaluar a las personas que no tienen síntomas evidentes de condiciones médicas o psicológicas preocupantes.

La ansiedad en adultos mayores
Aunque muchos adultos mayores experimentan condiciones de salud mental como ansiedad, el grupo de trabajo señala que «la evidencia actual es insuficiente para evaluar el equilibrio entre los beneficios y los daños de la detección de la ansiedad» en todos los adultos mayores. Esto ha llevado a algunos expertos a decir que la postura del grupo de trabajo es «desconcertante» y «preocupante», considerando la evidencia de los vínculos entre la ansiedad y enfermedades autoinmunes y trastornos neurodegenerativos como la demencia. Otras formas de ansiedad que comúnmente no se detectan ni se tratan en las personas mayores. Por ejemplo, las fobias, el trastorno obsesivo-compulsivo, el trastorno de pánico. O también el trastorno de ansiedad social y trastorno de estrés postraumático.
Un capítulo de un libro publicado en 2020, escrito por expertos en psiquiatría, indica que hasta el 15% de las personas mayores de 65 años que viven fuera de los hogares de ancianos u otras instalaciones tienen una condición de ansiedad diagnosticable. Casi la mitad de ellos tienen síntomas de ansiedad que pueden ser angustiantes pero no justifican un diagnóstico. La mayoría de las personas mayores con ansiedad han luchado con esta condición desde antes en la vida. Pero la forma en que se manifiesta puede cambiar con el tiempo. Los adultos mayores tienden a estar más ansiosos por cuestiones como la enfermedad, la pérdida de familiares y amigos, la jubilación y el deterioro cognitivo.

Un problema que requiere atención
Es difícil identificar la ansiedad en los adultos mayores. Los adultos mayores a menudo minimizan los síntomas de ansiedad, pensando «así es como es envejecer» en lugar de «este es un problema sobre el que debo hacer algo». Además, las personas mayores son más propensas que los adultos más jóvenes a reportar quejas «somáticas» (como dolor de cabeza o dolores corporales). Esto puede hacer que la ansiedad sea aún más difícil de identificar.
A pesar de la falta de pruebas de detección de ansiedad para adultos mayores, la ansiedad sigue siendo un problema importante que requiere atención. La ansiedad puede tener un impacto negativo en la calidad de vida de las personas mayores, y la falta de tratamiento puede llevar a problemas de salud graves. Los expertos en salud mental recomiendan que las personas mayores que experimentan síntomas de ansiedad hablen con su médico o profesional de salud mental y busquen tratamiento. Los tratamientos para la ansiedad en los adultos mayores pueden incluir terapia y medicamentos. También es importante trabajar con un profesional de salud mental para encontrar el tratamiento adecuado.
Referencias:
Is Anxiety in Late Life an Uncharted Territory?—Questioning the USPSTF Draft Recommendation Statement for Anxiety Screening in Older Adults: doi:10.1001/jamapsychiatry.2022.4609