No todos los problemas visuales se resuelven con un par de lentes. Si pasas mucho tiempo al frente a una pantalla, ya sea la del móvil o la de la computadora, puedes desarrollar una afección resistente conocida como el Síndrome Visual Informático (SVI).

Se estima que entre el 45% y el 57% de los trabajadores padecen SVI durante la jornada laboral. Sus ojos se irritan, empiezan a ver borroso y se vuelven sensibles a todo tipo de luz, así que poco a poco pierden la capacidad de ser productivos delante de un dispositivo electrónico. 

Demás está decir que esto supone un grave problema en el mundo moderno, donde necesitamos cada vez más tecnología para poder trabajar. Así que, el Síndrome Visual Informático es lo peor que puede pasarle a un trabajador. Pero, ¿qué es exactamente y cómo podemos tratarlo?

Si es la primera vez que oyes este término, esto es lo que debes saber al respecto.

¿Qué es el Síndrome Visual Informático?

Mujer trabajando delante del computador / Vía Pexels

El Síndrome Visual Informático es el resultado de la enorme expansión que ha tenido la tecnología en nuestro quehacer diario, no solo en el trabajo sino también en nuestro uso en casa y durante el ocio.

Podemos decir que es, básicamente, una serie de molestias oculares, visuales y extraoculares que se producen por el uso prolongado de computadoras, tablets o teléfonos móviles.  

Al trabajar con pantallas, existen muchos factores que juegan en contra. En primer lugar, los cambios en la visión para poder enfocar a diferentes distancias y en diferentes direcciones. Esa coordinación oculomotora y binocular supone un gran esfuerzo para nuestros ojos. Además, no podemos olvidar cómo se reduce la tasa de parpadeos cuando le prestamos demasiada atención a una pantalla. 

Tales cambios inconscientes provocan que el ojo se reseque con facilidad, dando como resultado un cuadro de ojo seco muy sintomático. Eso es el Síndrome Visual Informático o SVI, caracterizado por:

  • Fatiga visual 
  • Visión doble (diplopía)
  • Dolores de cabeza.
  • Ardor ocular.
  • Sensibilidad a la luz.
  • Y episodios de ceguera transitoria.

¿Cómo saber si tengo el síndrome?

Mujer con dolor de cabeza / Vía Pexels

Si pasas mucho tiempo delante de una pantalla, es probable que tengas SVI. Ese es el principal catalizador, aunque ciertamente existen otros factores que pueden impulsar el síndrome.

El sexo es uno de ellos. Al igual que ocurre con la afección del ojo seco, es más común en las mujeres que en los hombres. 

Además, las mujeres mayores son más propensas a sufrirlo delante de las pantallas. Se desconoce el porqué pero la prevalencia media es de un 49.5%, siempre afectando en mayor medida a mujeres y personas mayores.

No obstante, los trabajadores que utilizaban lentes de contacto y trabajaban con pantallas de ordenador más de 6 horas al día también tienen probabilidades de sufrir SVI. Al igual que las personas con defectos refractivos no corregidos, como la hipermetropía o la miopía.

En general, cualquier persona actualmente es propensa al Síndrome Visual Informático por el mal uso que le estamos dando a las nuevas tecnologías: sentándonos cerca de las pantallas, con muy poca iluminación ambiental y durante más de cuatro horas seguidas.

Del problema a la cura 

Mujer trabajando / Vía Pexels

Sin embargo, el hecho de que se trate de un problema común no significa que sea permanente.

El Síndrome Visual Informático se puede tratar, al igual que otras afecciones oculares, con cambios sutiles en nuestra rutina.

Una vez que el oftalmólogo diagnostique el problema a través de una revisión de síntomas y antecedentes médicos, podemos seguir estas recomendaciones para no acabar fatigados después de la jornada laboral:

  • Posicionar la pantalla a una distancia correcta, de unos 60-100 cm y por debajo de la línea de la mirada.  
  • Evitar mirar el teléfono o el ordenador en lugares con poca luminosidad o habitaciones con reflejos.  
  • De ser posible, usar gafas con antireflectantes o lentes especiales para prevenir el Síndrome Visual Informático.
  • Hidratar el ojo con gotas lubricantes antes de ponerse a trabajar.
  • Y lo más importante, realizar descansos periódicos. Por lo general, los síntomas del SVI suelen aparecer después de estar 4 horas frente a una pantalla, a veces menos o más dependiendo del paciente. Así que, para evitarlo, lo que podemos hacer es hacer breves descansos cada 20 minutos: mirar un objeto a la distancia, salir a caminar o ver por la ventana. Cualquier cosa que nos ayude a refrescar la visión.

El Síndrome Visual Informático es actualmente la peor molestia del trabajador moderno, que está en la oficina dedicado a sus tareas o en casa dándolo todo en un trabajo remoto. No podemos evitarlo, pero sí podemos tratar el problema para que no sea un obstáculo más en nuestro rendimiento.

Referencias:

Sobre el síndrome visual informático https://myhealth.ucsd.edu/Spanish/RelatedItems/3,90295es 

Síndrome visual del ordenador, ¿tienes síntomas? https://oftalmologovigo.com/sindrome-visual-ordenador/

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