La importancia del sueño en nuestra salud y bienestar ha sido bien documentada en la literatura médica. Sin embargo, un nuevo estudio reciente llevado a cabo por la Universidad Estatal de Medicina de Nueva York y publicado en el American Journal of Preventive Medicine ha destacado aún más la relación entre los trastornos del sueño y el riesgo de desarrollar demencia.

Según los hallazgos, tres problemas específicos del sueño – el uso de medicamentos para dormir, la incapacidad para conciliar el sueño rápidamente (insomnio de inicio del sueño) y la dificultad para volver a dormirse después de despertar (insomnio de mantenimiento del sueño) – pueden estar relacionados con el riesgo de desarrollar demencia a lo largo del tiempo. El estudio utilizó datos recopilados durante un período de 10 años de más de 6,000 adultos mayores de 65 años en los Estados Unidos que no habían sido diagnosticados con demencia al comienzo del estudio.

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La importancia del sueño para la salud mental

Los resultados del estudio mostraron que los adultos mayores que informaron tener insomnio de inicio del sueño y que usaban medicamentos para dormir tenían un mayor riesgo de desarrollar demencia durante el período de 10 años. Por otro lado, aquellos que experimentaron insomnio de mantenimiento del sueño en realidad tenían un riesgo reducido de demencia.

Es importante tener en cuenta que estos resultados no indican que los trastornos del sueño sean un factor definitorio que conduzca a la demencia, sino que muestran una asociación y la necesidad de investigar más a fondo otros factores que modifiquen la asociación.

Los resultados de este estudio son particularmente notables porque es el primer estudio que examina la relación entre los trastornos del sueño y el riesgo de demencia a largo plazo en una muestra representativa a nivel nacional de adultos mayores en los EE. UU. También vale la pena señalar que los trastornos del sueño son comunes tanto para las personas que tienen demencia como para las personas mayores. Esto hace que la asociación sea aún más importante.

Los hallazgos del estudio podrían usarse para evaluar mejor el riesgo de demencia para los adultos mayores. Los investigadores también pidieron más estudios sobre la relación entre los trastornos del sueño y tipos específicos de demencia, que esta investigación no exploró.

«Al centrarnos en las variaciones en los trastornos del sueño, nuestros hallazgos pueden ayudar a informar los cambios en el estilo de vida que pueden reducir el riesgo de demencia», dice Margaret Anne Lovier, investigadora de la Universidad Estatal de Medicina de la Universidad Estatal de Nueva York.

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Conclusión

En resumen, el estudio destaca la importancia del sueño en la prevención de la demencia. Los adultos mayores deben prestar atención a su calidad de sueño y tratar de mantener una buena higiene del sueño. Los médicos también deben considerar los trastornos del sueño como un posible factor de riesgo para la demencia. Asimismo, podrían trabajar con los pacientes para mejorar su calidad de sueño y reducir su riesgo de desarrollar demencia. Es necesario realizar más investigaciones para comprender mejor las causas y manifestaciones de los trastornos del sueño y limitar las consecuencias a largo plazo.

Referencias:

Sleep Disturbances and Dementia Risk in Older Adults: Findings From 10 Years of National U.S. Prospective Data: https://doi.org/10.1016/j.amepre.2023.01.008

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